C a p í t u l o 1 7

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|| Me estoy viendo tentada en escribir un Luzito todo tóxico y enfermizo. Dios. Los shipps con Lolo me dan mucha risa por cómo se dicen.xd ||

Alex y Fargan se descojonan de la risa.
Ambos lucen como completos psicópatas, pero en realidad eso no es algo que les preocupe. Después de todo, sólo ellos están presentes.

Bueno. Además de aquella chica.

La lava del pozo que reposa frente a ellos, burbujea constantemente, creando un sonido espeso, este se mezcla con el tañido natural que suele haber en las cuevas como en la que se encuentran actualmente. Ella espera lo peor. Y vaya que tiene razón.

Nueva correspondencia había sido entregada al Alcalde. Lolito bufó molesto al ver la cantidad exagerada de cartas que hacen dirigidas a él.

Sentado en su escritorio, decidió ver quiénes son los remitentes de aquellos escritos.

Frunció el ceño al notar que un nombre se esgrimía claro en más de una de las misivas. Separó del resto de la correspondencia todas las cartas que poseían, en este caso, la misma emisora.

"Marhta".

Leyó parte de lo que la mujer en cuestión ha escrito.
Se puso a analizar, disconforme, las denuncias que tenía frente a sus ojos.

ㅡ¿Tan molesta estás con mi gestión, eh, Marhta? No te preocupes. No lo estarás más.

Buscó un mechero en los cajones del escritorio. Al conseguirlo, creó  pequeños montones con todas las misivas.

Progresivamente, fue quemando cada cúmulo de papeles, mientras tarareaba una canción. Al carajo la opinión popular.

Cuando todo se redujo a miserables cenizas, ocupó su tiempo a contactar a sus oficiales "favoritos".

ㅡFargan. Necesito que hagas un trabajo.

El dueño de la máscara frunció el ceño y dio respuesta de forma negativa. No porque no quisiera. Siempre ha comprendido que cuando Lolo habla de "trabajo" se refiere a algo no tan moralmente correcto y ¡dioses! Disfrutó, disfruta y disfrutará sádicamente siempre que pueda llevar a cabo estas cosas.

El problema era que, bueno, no le habían pagado su jodido sueldo.

ㅡ¿No? Vaya. Pensé que aceptarías sabiendo que tu trabajo cuelga de la cuerda floja, en fin~.

Esas palabras fueron suficientes. En pocos minutos, Fargan había logrado conseguir la ubicación de aquella mujer que Lolito le había mencionado.
Poco después, Alex le había conseguido una orden de arresto y horas más tarde ambos oficiales habían decidido la sentencia final de la pobre Marhta.

ㅡ¿Últimas palabras?ㅡ indaga el de orbes avellana, luego de terminar de carcajearse con su compañero por causa de la desgracia ajena.

La chica balbucea cosas sin sentido, a causa de los nervios. Es entendible; sabe bien que está a punto de morir.

ㅡConmovedor.ㅡ comenta David, secándose una lágrima falsaㅡBuen viaje, señorita.

Marhta forcejea, intentando desconsoladamente evitar su final. Pero vaya, Fargan es fuerte y, aquella pequeña lucha no dura mucho: pronto, la chica muere nadando en lava.

ㅡF.ㅡ suelta Alex, sacudiendo sus manosㅡ¿Te invito unas patatas?

ㅡ¿Fritas?

ㅡVale.

Vidas van y vidas vienen. Una menos no le interesa a nadie.
Después de todo, esto es más común de lo que parece.

○●○

Vegetta y Rubius se desploman, cansados, en el suelo. Más el segundo que el primero, pero eso no importa.

ㅡNo puedo creer que hayamos terminado en dos días.ㅡ sin ocultar su sorpresa, el nuevo boomer observa orgulloso a su compañero.

Vege sonríe jactancioso.

ㅡChaval, ¿ya viste quién soy? Estoy mamadísimo.

Ambos hombres se incorporan a medias, manteniéndose sentados en el suelo. Observan los túneles, extendiéndose cual ramificaciones a lo largo de diferentes sitios.

ㅡIgual, mola un mazo.

Hileras e hileras de dinamita se conectan a lo largo de aquellos corredores. Estas, a su vez, están sincronizadas con un interruptor inalámbrico.

El objeto se encuentra bajo el cuidado de Vegetta.
Cuando lo crea necesario, hará reventar todo.

○●○

Auron pelea arduamente contra un lápiz que se le ha pegado al antebrazo. Maldita sea la jodida piel de los cojones.

Extraña su sexy cuerpo. ¡Ya no aguanta!

Golpea sus puños contra el escritorio, tiene que hacer que Luzu le devuelva su apariencia pronto. Esto ya resulta inaguantable.

Cuando el lápiz se le ha despegado finalmente, se dispone a continuar con el trabajo que estaba llevando a cabo. Sin embargo, se ve interrumpido cuando la fina figura del pelirrojo atraviesa la puerta de su oficina.

ㅡHey, ahí está mi Alcalde.

ㅡAuron. No estoy de humor.

"¿Tengo cara de payaso?" Quiere preguntar, más se abstiene de hacerlo.

Alza la vista, dejando de lado los documentos, para así poder prestar atención al hombre que tiene al frente.

ㅡ¿Qué pretendes?ㅡ indaga alzando una ceja.

ㅡVale, voy a ser sincero contigo, mano derecha.ㅡ acomoda su largo cabello en una coleta baja y continúa hablandoㅡTú, ¿recuerdas a Mordisquitos?

Auron asiente efusivamente, claro que sí.

ㅡPega unas ostias que te jodes.

Lolo sonríe inocente, juguetea con sus manos y muerde su labio inferior. El hombre naranja entiende que al Alcalde alguna idea retorcida se le habrá ocurrido.

ㅡBueno. Le tengo encerrado.

ㅡ¿A qué quieres llegar, Lolito?ㅡ insiste el slime con patas.

Al hombre frente a él le fascina armar prólogos innecesariamente largos para cosas que no resultan tan importantes como aparentan al principio. A sabiendas de esto, Auron no esperaba mucho de parte del Alcalde, sin embargo, ni bien el pelirrojo llega al punto de lo que dice, el psicólogo debe admitir que lo que Lolo ha planeado es una maravilla.

Ambos ríen, cómplices.

ㅡVale. Tenemos que ponerle fecha. 

***


Si. Es un capítulo más corto de los que suelo hacer.
Si, parece relleno.
Pero lo cierto es que esto da pie a... bueno, muchas cosas.
Empecé el colegio. Odio todo.


Actualización: NO ME CREAN, EXTRAÑO EL COLEGIO. LO NECESITO. Capítulo editado el 230820.

Ataraxia | Karmaland | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora