Ataraxia | Karmaland | Terminada

C a p í t u l o 8 8

||Capítulo... importante.||

PoV Samuel

Me he negado a hablar con Doblas, a pesar de que el chico ha estado insistente.
¿Que si me duele? Completamente. No termino de comprender a Rubén y mucho menos sus razones para hacer lo que hizo.

Llevo mis manos a mi nuca, estando recostado en mi cama, lo único que puedo hacer es mirar al techo.
Por lo menos Tyr no se ha aparecido por aquí.
...Un NPC.

No puedo evitar recordar a Frank.

Staxx, él... ah. Siempre fue revoltoso, algo gritón, y por supuesto, supo sacarme de quicio un par de veces.
Era un buen chaval y hacía reír a Alex. Mucho, a decir verdad.

Y la curiosidad... esa maldita curiosidad.

Un arma de doble filo para él, por supuesto.

Cuando Karmaland todavía era sombras, fue él quien dijo que, si explorabamos un poco quizá pudiesemos encontrar una solución a la maldad que carcomía el pueblo.

Ojalá hubiese estado equivocado. De ser así, quizá Frank aún seguiría con vida.

Ese día...
Uh-

De por sí, Staxx ya lucía extraño. Lo pude notar antes de que Alex corriera a contarmelo tres días antes, o bueno, después del suceso.
Las últimas misiones en las que participó, ni siquiera cuadró con el mínimo porcentaje de su rendimiento normal.

Se oía cansado. Para mí, o William, o Luzu, nuestra única forma de entender qué ocurría era escuchandolo.
Nunca nos permitió ver más allá del casco. Excepto cuando, bueno, ya no respiraba.

Aunque a decir verdad, el único que pudo verlo después de muerto fui yo. Creo que Alex piensa que todos pudieron despedirse menos él, cuando en realidad, no fue así.

La voz de Frankie sonaba apagada. Lo recuerdo bien.
No hubo risas escandalosas por un gran rato. Tampoco pequeñas bromas ni acciones extremistas.

Alexby se lo echó en cara, siendo tan dulce como ese pequeño saco de odio puede ser.

Oh, sí. Sus palabras fueron "pero bueno, estamos imbéciles ¿o qué?" Frank río.

Tan vacío.

Extrañamente, los días habían empezado a lucir claros. El amanecer en Karmaland siempre ha sido maravilloso.
Pero todo formaba parte de una falsa calma.
El sol antes de la tormenta.

Poco después, nuestro bajo amigo fue a comentarme cómo iba todo. Fue la primera y última vez que vi sin casco a Alejandro.
La preocupación nunca había sido tan estúpidamente clara en su rostro.

Porque Alex a veces parece un egoísta, pero no lo es.
Al menos, no lo era.

"ㅡStaxx dijo que saldría a investigar fuera del pueblo." Inició.

De por sí, eso ya sonaba terriblemente mal.

"ㅡVegetta."
"ㅡHace tres días que no vuelve."

Tuve que pedirle a Borja que retuviera a Alex. Ese enano es muy capaz de enloquecer ante ciertas situaciones.
Y si se trataba de Frank... ostras.

Me negué a la compañía de Willy.
Repitiendo una y otra vez en mi mente que debí haber visto las señales de advertencia, que podríamos haber evitado todo, porque el mal presentimiento me recorría todo el cuerpo.
No pude evitar acusarme un par de veces, porque si había una víctima, definitivamente era Staxx, nadie más.

Mis pasos me llevaron por entonces a una zona casi inhóspita para nosotros. Karmaland era mucho más pequeña y reducida que ahora.
Ese lugar más adelante se convertiría en el cementerio, pero por ese entonces sólo resultaba una parcela de tierra con aparentes construcciones mohosas derrumbadas.

Ese día, uno especialmente claro, he de decir, lo único a destacar ahí fue el cuerpo rígido de alguien que no debió morir tan pronto.

Mentí mucho.

Al volver dije que no había encontrado a nadie. Agregué que los dioses me habían confirmado la muerte de Frank. Espeté que seguro escombros le habían caído encima.
Nunca había visto a Alex llorar. Aquella vez conocimos todos más facetas de él que las que nos mostrará por el resto de nuestras vidas.

Pero, ¿cómo decir, que había encontrado al muchacho con el casco y su armadura rotas?
¿Cómo hablar de que tenía un ojo dibujado a filo de cuchillo en su espalda?

¿Cómo comentar, siquiera, que una estaca atravesaba su pecho y que, entre estos había una nota que decía de manera tan frívola "No fue suficiente, ㅡKutsuja"?

¿Cómo? Maldición. ¡Si luego los dioses hablaron conmigo explicándome todo!
¿Cómo decirles que Frank se había dado en sacrificio a "La Hermandad" para acabar con la oscuridad de Karmaland?
¿Cómo? ¿Cómo? ¡¿Cómo?!

¿Cómo... asumir que aquella nota era una amenaza vigente?

El único capaz de sonsacarme información esa vez fue Luzu. Y ni siquiera pude decirle todo.

Me doy una ducha que no me permito disfrutar. El agua estaba helada y he preferido que sea de esa forma.

La cabeza se me va a reventar en cualquier momento.

Luzu...
Mmh. Su persona no me causa tranquilidad últimamente. Debería estar pendiente, mucho más pendiente.
Después de todo, si él está metido con La Hermandad, es probable que se nos líe parda, ¿cier...

...to?

Cierro la llave de la ducha repentinamente.
Me atraganto con mi propia saliva, saliendo a trompicones del baño. ¡Ostras, qué frío hace!

Me ha llegado una epifanía, incluso podría gritar "Eureka". Se trata de una idea que no había sopesado hasta entonces, pero es tan obvia que me quiero golpear por tontito.

Y es que, ¿qué alma se ha perdido sino es la de Borja?
¿No son sus ojos azules como dos perlas que reflejan el firmamento?
¿Acaso su casa no está rodeada por el calor abrazador y la luz incandescente de la lava?

Si hay alguien que tiene respuestas es Luzu.
Borja debe ser capaz de traducir el libro que sus propios hermanos han cambiado.

¡Tic toc! ¡Ah! ¡No hay tiempo! ¡No hay tiempo!

Debo hablar con Merlon. Él tiene que saber. No se trata de un astro, sino de una persona. ¡Me cago en la leche!

Omnisciente

Vegetta nunca se había cambiado tan velozmente en su vida. Ataviado con su espalda en el cinturón dorado, sus pantalones morados, la chaqueta y guantes blancos y, por supuesto, una determinación que te jodes, sale corriendo de su hogar, al diablo Doblas, al cuerno Mangel. Las cosas pueden mejorar, claro que sí.

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54 69 63 2e 2e 2e 20 74 6f 63 2e

53 65 20 61 63 61 62 f3 20 65 6c 20 74 69 65 6d 70 6f 2e

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Buenas noches, hermosos.
Espero que entiendan muchas cosas a partir de ahora. ;)

Los amo.