Se deja caer en el sofá. Quiere volver a casa y dormir tres años, más permanece ahí porque Vege dijo que tiene preparado una bebida que lo hará sentir mejor.
Arruga la nariz cuando el dueño de casa le entrega una taza con un brebaje de apariencia ilegalísima.ㅡNo es veneno para ratas, deja de mirarlo así y bebe.ㅡ solicita Samu, seriamente.
William no tiene idea de qué acaba de ingerir, pero no sabía bien.
Ahora, ha resultado como magia; ya no tiene mareos ni dolor de cabeza.ㅡIlegalísimo.ㅡ farfulla el albino, sólo para picar a su compañero.
Ambos ríen por unos segundos, pero entonces aquella voz vuelve a retumbar en el encéfalo del menor.
"Una poción de curación no te va a librar de mi."
Guille se incorpora con tranquilidad, tratando de disimular el estado de inquietud en el que se encuentra. Carraspea y le da un par de palmadas a Vegetta, en el hombro derecho.
ㅡAcabo de recordar, tengo que hacer unas cosas.
El mayor entrecierra los ojos.
ㅡMe huele a ilegal.
ㅡMe robaron ovejas.ㅡ miente, sin titubeo algunoㅡNecesito ponerlas a procrear o me quedaré sin lana.
Suspirando, el pelinegro accede a abrirle la puerta principal a su compañero. Sonríe ampliamente cuando se despiden y se mantiene así hasta que el blondo cabello de Willy desaparece de su campo visual.
Al entrar a su mansión, borra aquella sonrisa esbozada. Chasquea la lengua, preocupado.ㅡ¿Qué tienes, chico? ¿Eh?ㅡ murmura al aire, dejando que las palabras reboten en las enormes paredes del solitario lugar.
Vege tiene miedo.
La incertidumbre lo carcome lentamente.No parece haber nada que pueda evitarlo.
○●○
ㅡCállate.ㅡ escupe, dando zancadas en el suelo. Sólo desea llegar a su maldito árbol y dormir tres años.
"Vaya. ¿Te he parecido muy descortés?"
"Debí presentarme, lo siento."
"Mi nombre es Limos. Estoy para servirte."ㅡ¡Sólo lárgate!ㅡ grita aplastando fuertemente su boina, despeinandose en el proceso: no le interesa.
Las pocas personas que transitan por ahí le observan extrañados, aunque no hacen preguntas. Después de todo, los héroes siempre van a su bola.
Gente rara la que eligieron los dioses...
En fin.Risillas atormentan al vestido de militar, haciéndolo tambalear en sus pasos.
ㅡ¿Qué quieres? ¿Qué quieres?
"Oh. Nada. Sólo creo que estás tomando decisiones un poco erradas..."
"¿Abandonarás la revolución por un 'amigo'?"ㅡ¿Fargan? Esto no tiene que ver con él.ㅡ responde, hastiado.
"¿No...?"
"¿Temes lastimarlo?"
"¿Lastimarte?"
"¿Descubrir que es igual de desleal que el resto?"ㅡ¡Eso no es lo que-!
"Claro que sí, Willy."
"Piénsalo bien, porque aprovechará cualquier situación para apuñalarte por la espalda."
"Entonces, me llamarás."
"Y no te preocupes, yo estaré ahí cuando llegue el momento."○●○
Auron entona una canción, ordenando algo de papeleo. Ha sido una buena semana, especialmente porque no parece que Lolo vaya a despertar aún. Eso simplifica mucho las cosas.
A pesar de que parte de su plan se le ha escapado de las manos como si se tratase del mero viento, hay algo de esto que lo ha beneficiado bastante.ㅡFantasía en una copa de alcohol.ㅡ murmura a tono.
Mira con poco interés la reserva de vinos del pelirrojo. Farfulla un par de maldiciones. Lolito nunca ha sido demasiado disimulado. Si gasta el dinero del pueblo en comprar buenos vinos, que al menos no los guarde en una oficina que tiene un santo ventanal que da a toda la zona centro de la urbanización. ¡Dioses!
Da un par de vueltas.Abre unos cuantos archivadores.
Están repletos de cartas.
¿Son peticiones...?
Toma algunas, leyendo con un pronunciado ceño fruncido.ㅡ¿Denuncias?
Quejas.
Muchas quejas.Sus ojos viajan con ansiosa velocidad por cada hoja que toma entre sus manos. Dejándolas caer al suelo, carta tras carta, va leyendo el motivo por el cual han sido enviadas.
《ㅡ¿Qué pasa, eh, cerdo?》
《ㅡ¿Qué pasa de qué? Nada, nada.》
Va a matar a Lolito.
Saca cada archivo del cajón, encontrando al fondo de este un jodido mechero.ㅡUn sólo trabajo tenías.ㅡ murmura.
Mantener felíz al pueblo.
Pan y circo... sólo era eso. ¡Pan y circo! ¿Qué tan difícil podía ser?
Estampa el encendedor contra la pared más cercana.
¿Es que acaso ha quemado cada una de las peticiones de los aldeanos?Lejos de cualquier grupo populista, revolucionario u opositor, hay un problema mucho mayor.
Un pueblo enojado significa gestión a punto de desmoronarse; un gobierno transformado en un simple y oxidado eslabón débil.
Lleva sus manos a su cabeza, analizando posibilidades lo más rápido que puede.Pan y circo, pan y circo.
Toma el teléfono fijo del escritorio del Alcalde y hace una llamada.
Suena un tono.
Y dos.
Y tres.Cuelga.
Vuelve a intentar.¿Por qué Fargan no contesta?
Joder.
Llama al oficial en jefe. Alex, contrariamente a su compañero, no tarda en responder.
ㅡ¿Dónde está Fargan?
Incluso puede imaginar a Alexby alzando los hombros con cara de "¿Y a mí que coño me importa?"
ㅡNo sé.
ㅡ¿No debería estar trabajando?
ㅡNo si nadie nos paga, Raúl.
Auron muerde su labio inferior. Hay un enorme cúmulo de cosas que ahora mismo están empezando a pesarle.
No esperaba que fuera tan pronto.
Maldita sea.
Todo el "equipo" está entrando en un estado en el cual ya no se desea continuar.
Han perdido el norte. Finalmente, ¿cuál es el objetivo de todo esto? ¿A qué desean a llegar?
¿Eh?ㅡEstamos resolviendo e-
ㅡMe han dicho el mismo verso hace meses. No me toques los cojones.
El menor cuelga y el psicólogo no puede hacer más que suspirar, porque sabe que esta vez, él no tiene la razón. Y no hay modo de convencer a los demás de que en realidad eso es de otra manera.
¿Cuántas cosas buenas hay en relación a las malas?
...Vaya, no renta.ㅡTodo este tiempo, he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar...
Se siente demasiado tentado en atravesarle un puñal en la garganta al Alcalde.
No lo hará, sin embargo.
Lolo ha jodido las cosas a lo grande, pero esto aún no ha terminado.
...Eso espera.-*-*-*-*-
He borrado este capítulo cinco veces.
No me siento conforme con el resultado. Igual y mañana o pasado lo edito.Los amo.
Ya me devolvieron internet. Mañana resuelvo lo de discordo.
Los amo x2.Duerman bonito.
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Ataraxia | Karmaland | Terminada
FanfictionAtaraxia: Imperturbabilidad. Porque en Karmaland hay de todo menos serenidad. Ni un ápice, siquiera. ¿Qué ocurre cuando los errores olvidados y los fantasmas pisoteados por las olas del tiempo se alzan a gran voz? ¿Qué pasa si los oscuros secretos...