Maratón 3/10
El bibliotecario no ha podido sacar a Vegetta de aquél recinto. Así que hablando en términos literales, esa noche, el héroe duerme entre libros.
No sabe de códigos, pero el resto de aquél manuscrito parece haber sido redactado de esa forma con la única intención de fastidiarle la vida.
Quizá exagera a la hora de percibirlo de forma tan personal, pero no puede evitarlo.Al despertar, descubre que se encuentra empapado de sudor.
Ha tenido un sueño demasiado extraño. Le es imposible no pensar en él.
Su vista se había encontrado repentinamente con la nada, pero no sentía miedo, solo... incertidumbre.
Algo lo instó a avanzar hacía adelante, cada paso que daba hacía retumbar el 'suelo'. Por un momento fue consciente hasta de los latidos de su corazón, pero entonces, el apacible silencio fue sofocado por un susurro leve que profesaba:"En las perlas del cielo está la sabiduría"
"En aquella alma perdida está la sabiduría"
"Sólo uno tiene respuestas"
"Cercana a la luz que encandila"
"Cercana al calor abrasador"
"Tic toc"
"Tic toc"
"El tiempo se acaba"
"Tic toc"
"Tic toc"El verso se repitió una y otra vez, elevando el tono, a medida en que Vegetta caminaba, más voces aparecían, intercaladas entre sí, agobiándose en el desorden de sonidos superpuestos.
Detuvo sus pasos.
Un árbol igual al de la portada de el libro extraño reposa frente a sus ojos.
Tres palabras grabadas se lograban distinguir en el tronco del ciprés."Huir" "Elegir" "Salvar"
Entonces, pétalos marchitos de una flor que alguna vez fue morada, cayeron y se deslizaron por los hombros del pelinegro.
El hombre también se precipitó al vacío, siendo ahogado por las voces que en ese momento sólo lograron aturdirlo.
○●○
Toc.
Toc.
Toc.ㅡMerlon, sé que estás ahí.
La voz del de ojos morados suena calmada, pero su porte refleja a alguien que está a punto de colapsar. Una vena palpita de forma preocupante en la frente del amante del morado.
Choca constantemente su pie derecho contra el césped, buscando de esta forma liberar el estrés que tiene encima.ㅡ¿Merlon...?
Otra vez, dulcemente, Vegg llama a la puerta. No hay respuesta en los próximos tres minutos.
El hombre golpea su cabeza contra el libro, apretando este con sus manos hasta que sus nudillos lucen pálidos.ㅡPero vamos a ver. ¡Despierte, viejo verde! ¡Que le reviento la casa!
Oye una maldición desde dentro de aquella modesta construcción, seguido de un:
ㅡ¿¡Por qué, dioses!? ¡No cumplí ciento quince para cuidar niños de treinta!
La puerta, finalmente, es abierta.
Merlon luce exactamente igual de viejo que siempre.○●○
Los animales de Borja se ven familiarizados con la situación que se está llevando a cabo. A ese hombre parece gustarle encolerizarse para luego tirar cosas contra las paredes. Los humanos son extraños.

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Ataraxia | Karmaland | Terminada
FanfictionAtaraxia: Imperturbabilidad. Porque en Karmaland hay de todo menos serenidad. Ni un ápice, siquiera. ¿Qué ocurre cuando los errores olvidados y los fantasmas pisoteados por las olas del tiempo se alzan a gran voz? ¿Qué pasa si los oscuros secretos...