Ataraxia | Karmaland | Terminada

C a p í t u l o 2 3 - p a r t e 1

||Le agregué un par de cositas a la parte de Alex del capítulo anterior, por si gustan darse una vuelta. <3||

Por supuesto que Auron piensa en todo. Especialmente porque bueno, su milimétrica planificación no estaba ideada para echarse abajo al primer desbarajuste de comportamiento con respecto al resto de los sujetos a los que afecta el plan.

Por eso, tres días después de que Lolito congenió con Mangel y se lo hizo saber al psicólogo, Raúl camina decidido a la fortaleza de Borja. Al cual, por cierto, no veía en... ¿semana y media? Vaya.

ㅡ¿Qué tramas, niño?ㅡ murmura, rodeando las escaleras, sintiendo el calor abrazador de la lava burbujeante que cae desde el inicio de la muralla.
Planea entrar por la zona trasera, después de todo, el castaño siempre se ha preocupado por asegurar mucho más el frente.

Luzu, excento de muchas cosas y bastante deprimido a causa de los días de encierro, ha decidido darse a la tarea de cambiar el lugar de cada una de sus torretas; hace un par de tardes tuvo que arreglar un enorme boquete. Justo por donde entró Vegetta a dejarle sus preciadas cosas de Lobo nocturno y, también, el lugar por el cual sospecha, se colaron sus "compañeros" de la hermandad. 

Esto le llevó a pensar que quizá su sistema de seguridad no estaba estratégicamente colocado.

El día es extremadamente caluroso, oprimente. Varios aldeanos han suspendido parte de sus actividades pesadas porque resulta difícil continuar sin sufrir un pico de calor.
Últimamente los dioses se han emocionado con el tema del verano.

A razón de esto, Luzu ha dejado de lado su hoodie negro, llevando, para realizar su labor, una playera sin mangas enorme. Ni siquiera sabe a quién le pertenece, pero es al menos cinco talles mayor de la que le corresponde. De modo que, a cualquier movimiento, uno de los no tan gruesos tirantes se desliza por su hombro, cayendo casi hasta la altura del codo.

Realmente no le incomoda, a la final, sólo desea mover las pesadas torretas de lugar.

Auron se sorprende al notar todo el sistema de seguridad de Luzu desactivado. Camina en silencio, cuidadoso. Quiere, después de todo, hacer las cosas bien.
Si hubiera llamado a la puerta, Borja habría hecho de todo menos dejarlo pasar. Camina rodeando la fuente de Manolo.

Ladea la cabeza al observar que al lado de la escultura de cerdo que Luzu mismo ha hecho, reposa un cofre cerrado con un pequeño cartel que dicta "Muerte". Está rodeadísimo de flores.
Una incomodidad se hace presente en el estómago del tipo naranja. Se niega, sin embargo, a sentirse demasiado afectado por cualquier tipo de sensación emocional de esas que él ya sabe. Sacude la cabeza.
No parece haber rastros del castaño por ahí, por lo que continúa, con cautela, hasta adelante.

Oh, ahí está. Dandole la espalda.

Luzu se esfuerza en mover las jodidas torretas, pero teniendo en cuenta que esas cosas fueron levantadas entre dos, le resulta medio imposible.

Auron observa en silencio. Por un momento su consciencia, traicionera, pregunta si todo esto vale la pena.
Él dice que sí. No hay tiempo para sentimentalismo.

El maldito tirante vuelve a caer por su hombro.

El hombre de slime achica los ojos, buscando afinar su visión. Porque cree que acaba de ver algo que...

Una especie de cicatriz negra atraviesa la parte visible de la blanquecina espalda del castaño.

Sólo un atisbo y la curiosidad en Raúl se ha hecho presente.

Con la repentina desaparición de Borja por el pueblo y esa marca extraña que hasta donde él sabía, el de orbes azules no tenía, su mente no deja de teorizar. Su imaginación hace prosa del montón de posibilidades existentes.
También piensa que si las circunstancias fueran otras, ya le habría comido todo el morro al castaño. Pero eso realmente no resulta importante.
Chasquea la lengua.