Ataraxia | Karmaland | Terminada

C a p í t u l o 3 7

||Estoy molesta. Lolo va a dejar Karmaland y mucha de la culpa la tiene la jodida tóxica parte del fandom. Siempre pasa lo mismo. A la final Vege queda sólo porque es el único que parte cabezas cuando el chat se pone intenso. Que gran capacidad que tienen algunos para arruinar cosas chéveres. Llevo al menos treinta minutos llorando. Uno de los capítulos especiales va a ser Mangelito, ya fue. ;-;||

||Actualización: estuve llorando tres días con esto. Lol.||

"Bienvenidos a Karmaland" se dibujaba en letras descoloridas pero no menos alegres.
El aire se sentía fresco, puro.
Raúl inhaló con fuerza y sintiéndose mentalmente preparado, pisó dentro de lo que próximamente llamaría "su pequeño pueblo".

Mudarse había sido la mejor decisión que pudo haber tomado.
Con una simple mochila y objetos básicos, se dedicó en su soledad a buscar el terreno que anteriormente había elegido.
Todo se sentía ameno, tranquilo. Había negado cuando ese tal Merlon le propuso una celebración por su llegada. La muchedumbre jamás le había agradado.

Divisó las casas de los que pronto serían sus compañeros y vecinos. Un árbol gigante, una isla flotante y un hogar en la cima de la montaña.

ㅡ¿Estamos locos o qué?ㅡ murmuró, asombrado.

Inspeccionó el lote que estaba en su poder.
Haría un búnker completamente inexpugnable, por supuesto.

Raúl Álvarez Genes siempre había sido un tipo duro. Un cínico de primera pero dueño de una labia maravillosa.
Aún así y en palabras más adelante dadas por Luzu, este chico "es todo un primor".

El nuevo del pueblo había vivido casi toda su vida muy lejos de Karmaland, en un poblado mucho más grande y turbulento.
Esa falta de paz mental en su primer hogar fue lo que lo llevó a convertirse en psicólogo.
Quizá también un poco la codicia y otro poco las ganas de "subir de estatus".
Y es que Genes siempre ha sido un tanto ambicioso.
Ser psicólogo en un lugar lleno de problemas le generó una buena pasta. Y algo de reputación también.

Aunque vaya... cuando oyó hablar de Karmaland... fua.
¿Un pueblo pequeño, con historia de fundación y un extenso historial de problemas mágico-políticos?
Tenía potencial.

Inició la creación de su casa con una sola idea en mente: no hacer amigos y obtener el control del pueblo.
Las primeras... cinco horas, fueron sencillas.

Todo se fue automáticamente a la porra cuando vio a aquél castaño bajar por las escaleras que en su momento le parecieron muchísimas, con una caja en las manos y una tierna y sincera sonrisa.

ㅡ¡Hola!ㅡ dijo, melodioso, ni bien tocó el suelo del nuevo habitanteㅡLamento si te interrumpo en un momento importante.

Antes de poder soltar un borde "Sí, lárgate", aquél castaño de ojos claros como el mar dejó la caja en el suelo y observó a Raúl, un tanto avergonzado.

ㅡLa verdad es que Merlon nos dijo que vendría alguien y pensé "vaya, si va a ser mi vecino, será mejor pasar a saludarle". Te he traído un par de cosas. Son indispensables para pasar los primeros días. Ya sabes, un saco de dormir, algunas semillas, zanahor- ¡Vaya! Ya estoy hablando demasiado. En fin. Es bueno conocerte, vecino. Puedes llamarme Luzu, si necesitas algo, no dudes en buscarme.

Torpe, musitó un "adiós", sin permitirle al dueño del piercing responder nada.
Auron ladeó la cabeza y miró aquella caja con curiosidad. Efectivamente, todo lo que contenía le resultaría completamente útil.