C a p í t u l o 7 5

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||Estoy escribiendo desde la computadora, es extraño luego de tres años escribiendo en el celular. sjsjsj||

Rubius luce preocupado. Vegetta no atiende su teléfono y Borja tampoco. No hablará con el cerdo de William y, ¡vaya! Ya se quedó sin amigos para enumerar. Golpea mano izquierda contra su muslo, nervioso. Tiene la sensación de que algo va mal.

Es decir, ese presentimiento está instaurado en él desde hace ya bastante tiempo, pero ahora el sentir es mucho más molesto que antes. Especialmente por una cosa: los dioses no le responden. Es como si todo método de comunicación con las divinidades fallase. No le mola un pelo. 

"Te diré un secreto."

ㅡHombre, Resh.

"Mang- ¿cómo me llamaste?"

El de cabello castaño con mechas blancas niega con la cabeza y encoje los hombros, sonriendo ladinamente.

ㅡEs solo un apodo. 

"Es espeluznante."

ㅡEs lindo, no te jode. ¿Qué ibas a decirme?

Rubén guarda sus manos en los bolsillos de se sudadera blanca y camina de forma vaga, lenta, abrumada, hasta la cruz que siempre ha tenido en el terreno de su casa. Últimamente pasa demasiado tiempo ahí. No es que le moleste, pero el hecho de que los dioses parezcan haberlo olvidado le carcome los sesos.

Un dolor de cabeza punzante le llega de manera repentina. Maldice en voz alta. 

Lo ha producido Reshef, pero eso él no lo sabe.

"Tu amiguito Mangel planea matar a Vegetta."

ㅡMangel no es mi amigo.ㅡ indica rápidamente el humano, mostrando una leve alteración en el tono de su voz. Reshef lo define como resentimientoㅡ¿Cómo sabes eso?

"Niño, yo estoy en todas partes."

Las palabras del NPC no lo tranquilizan en absoluto. Observa la cruz, susurrando un "por favor, respondan pronto". Corre dentro de casa. Necesita advertirle a su compañero, no va a perder tiempo, por ningún motivo. 

Toma su mochila, envaina su espada, ajusta su cinturón y echa a correr, de nuevo. Odia vivir tan lejos, ¿quién cojones le dijo que era una buena idea irse? Maldita sea.

"Yo que tú me apuraría."

ㅡ¡Ya sé, coño! ¡Ya sé!

○●○

Frunce el ceño, masajeando sus sienes. ¿Cómo es que el tiempo cambió tan de pronto? Hasta hacía rato, había un terrible calor. Sin embargo, ahora mismo, el pueblo se ha convertido en un congelador. 

"Mal augurio."

Willy esquila sus ovejas de la mejor forma que puede. La verdad, aún no se acostumbra a ver por un solo ojo. Tampoco es como que le cause algún tipo de sentimiento. De hecho, ahora que lo piensa, parece que todo le da igual. No hay una emoción certera floreciendo en su pecho. Para variar, eso tampoco le preocupa. 

ㅡ¿Por qué?ㅡ indaga, con ese mismo desinterés que sus ojos demuestran.

"El cambio repentino de clima es malo para los cultivos."

"Las plantaciones empezarán a morir pronto."

"Y también la hierba. Entonces los animales perecerán." 

ㅡSe oye tan prometedor...ㅡ murmura el albino, sacudiendo sus manos.

Deja las tijeras en el suelo y toma la lana. Baja hasta aquél sótano que tiene justo al lado de su huerto. Es donde ha estado durmiendo, ya que, aparte de su redil de ovejas extrañamente verdes y el huerto, es lo único que pudo salvarse de las llamas del fuego.

"Para nosotros lo es."

"Yo digo que hay que aprovechar."

Esta vez, el de orbes verde y negro, respectivamente, sonríe a media luna, sin mostrar sus dientes. 

ㅡ¿Qué tienes en mente?

○●○

Vegetta no tiene prisa en llegar a su mansión. De hecho, ha estado dando vueltas por el pueblo desde que salió de casa del viejo. Para buena suya, pudo notar que la gente ya no parece tenerle ese "repelus", como cuando descubrieron su identidad como Lobo Nocturno. De alguna forma eso lo alivia un poco. Por otro lado, la comisaría está abarrotada. Sonríe levemente imaginando el estrés que debe tener Alex en este momento. Ya todos deben saber qué crímenes ha cometido Lolito.

Bien, sus pies transitan con tranquilidad el camino para llegar a casa, el día se ha puesto fresco y eso de algún modo es una buena excusa para relentizar aún más su andar. Más, estando cerca de la entrada, encuentra frente a su puerta a un Doblas más blanco que el papel. Esto es suficiente como para precipitarse hacia él de la forma más rauda posible.

ㅡ¿Doblis?

Aquél llamado capta la completa atención del nuevo boomer, haciendo que este rompa cualquier tipo de barrera personal, para entonces lanzarse con un claro alivio al cuerpo de Samuel. El hombre de ojos morados no entiende en absoluto el porqué de aquella repentina muestra de afecto, pero recibe el abrazo gustoso, no consciente de que lo necesitaba hasta ese preciso instante.

ㅡ¿Qué pasa, Chiqui?ㅡ murmura el mayor.

ㅡYo, creí que... uf.ㅡ tras romper el contacto, el dueño del gorro afelpado amaga una sonrisa.

La conversación muere ahí, pero el silencio no resulta incómodo. Vegetta desactiva las torretas, e invita al castaño a pasar un rato. Este acepta con todo el gusto del mundo, pensando que, bueno, ahora tiene un poco más de tiempo para pensar en las palabras que usará. Porque, ¿cómo decirle a un hombre como De Luque que el que fue su compañero de "Los cocis"  ahora desea matarlo sin precedentes? 

Samuel, por su parte, sabe que su amigo tiene algo para decirle, pero prefiere no presionarlo. Después de todo, la situación se encuentra tensa en términos generales. Agregarle una preocupación más a Doblas no ayudará en nada. 

Como si fuera algo automático, al llegar a la mansión, los dos toman camino directo hacia la cocina. Es una costumbre impuesta sin querer por el dueño de la casa. Está bien, la verdad. Muy bien. Vegg es un excelente anfitrión.

Después del ya conocido "Metí una vaca en un frasco",  ambos toman un vaso y pasan a la sala a conversar. 

Por un rato, tratan de ignorar la incertidumbre que los rodea. Charlan del cambio de temperatura, de futuras remodelaciones, Rub le comenta a Samu que odia vivir lejos y De Luque le dice que eso le pasa por tontito, que desde el principio tendría que haber mejorado la seguridad de su primer hogar y todo habría sido más fácil. Doblas replica con un sarcástico "disculpe, señor torretas, por no estar a su nivel".

Procuran reír, un poco aunque sea. No ocurre, pero ambos se sienten mejor.

Una hora de visita más tarde, el malteñido decide que es hora de soltar el chivatazo que le ha dado Reshef.

Se dice a sí mismo que debe ser sutil. 

ㅡVegetta. Mangel quiere matarte.

Obvio que eso no ha salido demasiado bien.


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Van a pasar muchas cosas en estos 10 capítulos. Sndjkskd

Los amo. ♡

Ataraxia | Karmaland | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora