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A Willy no le gusta recordar, porque ese nosequé llamado nostalgia se apodera de su pecho y lo obliga a pensar, en esos buenos y malos momentos que alguna vez ocurrieron, entonces no puede evitar decir que aquellos eran buenos tiempos.
A pesar de la oscuridad en la que se había fundido el pueblo, tenía compañeros maravillosos.
Ahora, todos han cambiado y...Quizá, quizá me equivoco.
Así que me corrijo.
A Willy no le gusta recordarlo.¿Él también habría vueltose diferente estando en las circunstancias en las que todos se encuentran actualmente?
Tal vez no.
Tal vez todo sería más fácil.Lo conoció uno de esos días en el que a causa de la maldad emanante del pueblo, la oscuridad se cernía sobre este de manera en que la mañana y la noche parecían ser las mismas, disimuladas en el manto negro.
Estaba estresado; ni él ni Samuel encontraban una forma de liberar aquél valle del ciclo de maldad en el que se había sumerjido él mismo.Tomó sus armas y salió a dar una vuelta, en busca de despejar sus pensamientos o al menos, liberar tensiones asesinando uno o dos mobs.
Después de todo, era lo único que podía hacer por ahora.
Entonces lo escuchó.
Soltaba la risa más escandalosa que jamás había oído.Empuñó su espada con más fuerza de la que normalmente utilizaría y caminó en dirección a aquellas carcajadas.
¿Qué clase de idiota hacía tanto ruido en un momento tan peligroso?
Ah.
Es que Frank era un idiota muy especial.
Y aquella vez estaba demasiado borracho como para comportarse en base a la situación.Willy descubriría más adelante, que la risa del joven de armadura negra con incrustaciones de esmeraldas siempre era ruidosa, estando él ebrio, o no.
Es que de por sí, Staxx (nombre por el cual le gustaba que se refiriesen a él) era demasiado enérgico. Nunca se quedaba quieto. Los hogares de aquél aún sombrío pueblo quedaban pequeños para su persona. Deseaba explorar hasta los más recónditos lugares de ese sitio.William sonríe pequeñamente, saliendo de casa.
Frank siempre buscaba más.
Hizo todo lo posible para ayudar cuando sintió que debía unirse al grupo junto con Vegetta y Guille.
Su boca se llenaba de preguntas y sólo deseaba contestarlas todas.Poco después se unió Luzu a esa pequeña brigada de resistencia. Y, más adelante, Alex.
Por alguna razón, esto llevó a Staxx a buscar con mayor efusividad una resolución a todo en aquél pueblo que aún no llevaba un nombre.
Cuando Willy preguntó por la repentina emoción del risueño chico, él respondió firme, sin titubeos: "Alex merece un mejor lugar para vivir. Yo voy a conseguirlo para él".Frank quizá tenía un corazón muy grande.
Y también, quizá, era demasiado ingenuo.
Quizá estaba siendo muy pretencioso.
Muy curioso.La curiosidad mató al gato.
Y este felino no tenía siete vidas.Acomoda su boina por mera costumbre y truena sus dedos, ansioso.
No le gusta recordarlo, porque los buenos momentos se acumulan en sus ojos y salen como lágrimas traicioneras.
A Willy no le gusta llorar.
A Willy no le gusta hacer muchas cosas, porque se siente débil y no puede permitirse serlo de nuevo.

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Ataraxia | Karmaland | Terminada
FanfictionAtaraxia: Imperturbabilidad. Porque en Karmaland hay de todo menos serenidad. Ni un ápice, siquiera. ¿Qué ocurre cuando los errores olvidados y los fantasmas pisoteados por las olas del tiempo se alzan a gran voz? ¿Qué pasa si los oscuros secretos...