Lazos lejanos

Capítulo 13

Sofia...

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¿Mamá? ¿Papá? ¡Mamá papá, que alegría me da verlos! ¿Qué? No los escuchó, voy corriendo hasta llegar a ustedes. ¿Qué pasa? ¿Dón..dónde están? Hay demasiada luz, ¿qué es eso? Aaaaaaaaa una serpiente. ¿Por qué el piso se abre? Aaaaaaa.

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-¡Aaaay- me desperté gritando, era un sueño horrible, soñaba que mis papás estaban lejos de mí, parecían gritarme, pero no los escuchaba, corría para llegar con ellos, pero se esfumaban, luego salió una serpiente fea y el piso se habría. El suelo parecía el desierto, me angustié tanto que mi corazón esta muy agitado, creo que estoy hasta sudando.

Y...¿qué habrá pasado con la niña ésta? Ya no se escucha aquí, todo está apagado, pero esperen...se escuchan murmuros afuera, me voy a asomar por la ventana.

¿Qué veo? Dos figuras humanas, ¿será ella?

-¡¡¡noooo por favor noooo!!!!!- es la voz de una mujer, pero no sé de quien es, no la identifico, pero creo es la de ella, ¿se habrá metido en un lío?

-¡¡¡¡Auxilioooo!!!!- dejo mis pensamientos de lado, yo creo que sí es ella, siento un impulso que me hace saltar por la ventana, no era tan alto, nada del otro mundo, si he saltado en mi casa un montón de rocas de río y jugado con mis primos saltar el burro, esto era poca cosa. Salgo muy ágilmente, sigo las sombras que se crean con la luna y se ven en el suelo.

Cuando llego a las personas, veo que son dos mujeres de espaldas. Frené en seco, ¿qué paso aquí? Se giran las mujeres y escucho:

-JAJAJAJAJAJAJA- Era una risa malvada, pero eran 3 risas, ¿dónde estaba la 3ra mujer? Me giro para correr pero es tarde, la 3ra mujer esta atrás mío, me metieron a un saco que parecía de papas o algo así, no sé en que momento me durmieron. Quedé inconciente.

Sandra...

-entonces, decidme Sandra, ¿De dónde sois vos?- insistía, mientras se acercaba a mí, yo me alejaba, paso a paso pero no podía ya. Atrás de mí había una tipo barra para atar a los caballos de la gente.

Lo miré a los ojos y le dije:

-no comprenderías, es muy complicado de explicar- no hice acento, ya no lo concideraba tan necesario.

-si vos me hablas puedo entender, pero si callas no podré entenderos- fue su respuesta...no sé porqué pero sonaba como la canción de Sodio de Danna Paola.

-yo sé que vos no sóis de éstas tierras- lo miré asombrada, mis ojos expresaron la sorpresa y respondió.

-me pude dar cuenta, durante la cena, vos olvidaste hacer un acénto que te hace ver linda, pero cuando habláis sin el, sonáis muy hermosa.- debo admitir que aún enfrentandome seguía siendo galante y hermoso.

-tienes toda la razón, no soy de aquí ni de allá. Yo vengo de un lugar mucho más lejano que éste- tenía que salir mi voz normal, mi voz que aparentara no tener miedo, ni nervios aunque la verdad fuese otra. Pero demostrar mis emociones era un peligro y no era conveniente.

-¿Entonces?- preguntó, pero muy sacado de onda, no esperaba que le contestara en ese modo y tono, nunca le falte al respeto, pero yo creo que no sabía que yo tengo mucha confianza en mí misma y que sabría manejar la situación.

-Mira...Rodrigo, no vengo a crear caos o desorden en tu pueblo, lo que dije en la cena de estar perdidas aquí, no es mentira, lo de viajeras, por mi parte no es verdad, de la niña...mmm no lo sé. Lo que sé es que ella tampoco es de aquí, es de otro lugar más lejos que yo. Si quieres que me valla, no hay problema, sólo dejame pasar la noche en tu pueblo, para mañana marcharme- él no estaba tan cerca de mí, nos separaban aproximádamente dos pasos, mismos pasos que yo dí, al decir que si quiere que me valla lo haré, sólo que me diera chance.