Capítulo 17

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Sandra en el combate dentro de la cueva...

El próximo golpe que realizaría la vieja fue levantando su cuerpo, pero ésta vez lanzando de sus garras pequeñas bolas de color verde pistache, casi igual que el color de su vestido.

Reaccionando rápido, me agache, casi tirandome al piso, como estaba yo en cuclillas, salté hacia sus piernas, tirandola al suelo, en ese momento me trepé sobre ella, puse mis pies encima de sus muñecas, no quiero una sorpresa. Comencé a dar golpes en su rostro, pero parecía más que estaba descargando mi ira sobre ella. Antes que se acercara la otra estúpida mujer, puse mi mano en el cuello e hice presión y dije:

-tu amiga está sufriendo, ¿quieres que sufra? Si no lo quieres ¡dejanos ir!- exclame, pero se empezó a burlar de mí.

Sofia, medio desmayada...

Mi cuerpo me duele horrores, veo que Sandra, si no me equivoco ese es su nombre, está peleando, me preocupa que la lastimen, no me puedo soltar, ¿por qué me ayuda? ¿Qué hice para que ella me ayude? Apenas si puedo abrir mis ojos, pero la escucho a ella y a mis captoras.

-jajajaja, la podrás lastimar, pero no por mucho tiempo-  le decía la bruja malvada, la mayor tirana de ellas.

-si no nos dejan marchar haré incendiar este asqueroso lugar- era Sandra quien respondía, no titubeaba, sonaba muy segura de lo que decía, realmente me impresionaba.

¿Otra bruja? Siento un cosquilleo en mi espalda, son manos extrañas, trato de moverme para que no me toquen, pero me tapan la boca.

-Shhh, tranquila niña, yo te ayudaré a salir de aquí- ¿¿¡¡What??!! Era la voz del alcalde, era él quien me estaba tratando de soltar, ¿será que ellos ya tienen un plan?

De un de repente, escucho que ella es la que se queja de los golpes que recibe, al parecer, la bruja alfa la lastimo para quitarla de encima de la otra vieja fea y ahora están peleando ellas 2.

Sandra...

Ella es la más fuerte, por algo es la lider, sus uñas han atravesado parte de mi ropa, dejando pequeñas aberturas por donde se puede ver las gotas de sangre brotar de mi piel. Sus puños son como los de un hombre de 1.90 m, o sea yo mido 1.53 m, sus golpes son muy pero muy fuertes.
La única ocasión en que logré medio lastimarla fue con un gancho al hígado, pero no puedo acercarme más, me lastima, me ha herido, no he podido soltar a la niña, ¿qué se supone que haga?

Sofia...

Sandra no se ha dado cuenta que llegó su enamorado y tampóco que ya casi me sueltan. Si bien es cierto, que estaba amarrada con energía pero parecía que el alcalde las rompía con algo extraño. Era lo que menos me importaba, ¡estaban liberandome!

Cuando por fin me soltó, me cargó el alcalde llevandome a una parte de la cueva que estaba un poco húmeda, de inmediato sentí el frío, me cubrió con su saco.

-iré a ayudar a Sandra, vos no te muevas de aquí y no hagaís ruido. Que no te vean- me dijo el alcalde y se fue, él por lo menos traía una espada, perfectamente podía ayudar a Sandra.

Sandra...

Esquivo sus golpes, pero estoy ya muy cansada, ella como no se mueve mucho, desde su estúpido lugar dá los tiros de energía, aunque la haga fallar no se mueve la misma cantidad de veces que yo.
¿Qué puedo hacer?
De un golpe que lanza a los pies, me tira, caigo de rodillas, alcanzo a meter las manos lo que provoca que mi brazo izquierdo se lastimara por la fuerza que hizo. La bruja se acerca a mi, lo sé porque sus pasos resuenan en la cueva, con sus manos heladas, levanta mi rostro, comienza a ahorcarme mientras dice:

Lazos lejanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora