2 horas antes de la boda
Jonah....
Estoy listo, no deben tardar en venir Sandra y Sofía, primero deben pasar con la princesa y luego conmigo, para que minutos antes que hable el chamán sea un saludo a ambos.
Estoy nervioso, Sofía en verdad me hace sentir miedo, emoción y nervios a la vez.
Rodrigo....
Ya todo está planeado, mientras mi amada Sandra presenta sus respetos con los reyes, mi aliada Hada pondrá dinamita escondida cerca del altar, la combinación que hice con plomo de seguro acabará con los Elfos, además que el metal daña de gravedad a las hadas, por eso sus armaduras son de otro material resistente, pero se quebrará con la explosión que causaré.
Finalmente una ocasión donde podré acabar con los dos reinos responsables de la tragedia de mi familia. Mientras está el caos yo me iré con ellas, de hecho ellas no estarán en el momento que estalle, así que ellas no correrán ningún riesgo.
La hora ya casi llega, sólo quedan dos horas para que pueda disfrutar mi venganza.
Sofía...
Llegamos con la princesa Tania, estaba obviamente su madre, esa reina odiosa y fastidiosa me causaba dolor de cabeza con tan solo verla.
Sandra y yo nos inclinamos ante ellas. -muchas felicidades Majestad, podrá unir su vida con la del rey Jonah, su vida sea llena de dicha.- hablamos al unísono.
-muchas gracias amigas mías.- agradeció ella, pero su madre hizo gestos en señal que le disgustaba que su hija nos llamara amigas.
-¿se van a quedar a la ceremonia?- preguntó entusiasmada la princesa.
-nos gustaría mucho pero...- pensó Sandra, no la dejé terminar.
-sí, será todo un honor estar en su boda.- me incliné con todo el respeto del mundo.
-¡que alegría!- respondió la princesa. Su madre me miró con odio.
Cuando ya nos ibamos a retirar la reina nos detuvo. -esperen.-
-diga Alteza.- respondió Sandra. Yo miré a la reina y le sonreí falsamente pero era en la forma que me había enseñado, con ella traté de disimular mi repulsión hacia ella.
-ese tocado que portaís, ¿es un obsequio de Su Majestad Jonah?- preguntó sin rodeos.
Me asusté y creo que no lo pude disimular. -pero fue ya hace tiempo.- respondí sonriendo.
-¿no es ese tocado el que se da a una prometida?- preguntó queriendo inyectar veneno con cada una de sus palabras.
-la verdad lo ignoro, no sabía que se diera algo como esto...- llevé mi mano a mi peinado. -a una prometida.- finalicé.
Sandra me tomó de la mano y la apretó ligeramente para que no me enojara o al menos me controlara, aunque yo no la entiendo, me dice que no deje que me insulten o intimiden y ahora me quiere controlar.
-entonces vos portaís un obsequio que le corresponde a mi hija.- afirmó con tono estúpidamente mamón.
-no.- respondí sin temor alguno.
-¿no? ¿Te atreves a contradecirme?- preguntó indignada.
-Alteza no me mal entienda.- sonreí y me solté de la mano de Sandra. -estoy diciendo que éste obsequio no le corresponde a su hija porque Su Majestad, el Rey Jonah me lo regaló a mi, yo en verdad ignoro lo que me acaba de decir, así que tampóco pudiere pensar que yo planeé evitar que se lo regalara a su hija.- ella ya no supo que responderme. Volví a tomar la mano de Sandra, nos inclinamos y salimos de la habitación.
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Lazos lejanos
RandomUna historia de chicas que se conocerán de una forma muy peculiar y que se enfrentarán a peligros fantásticos. Tendrán que unirse y volverse amigas para regresar cada quien a su hogar. Dos naciones diferentes en dos personas, se formarán unos lazos...