-1 día antes de la boda-
Sandra...
Ay esta Sofía parece que sigue enojada conmigo porque ni me habla, después que lo hago por su bien, ella se molesta conmigo.
Hoy por la noche, tengo el combate con el rey Jonah, espero que no sea tan malo conmigo, porque si bien soy buena en el combate no quiero enfrentarme tan rudo con él, no creo que sea por presumir su apodo en el campo de batalla.
Dicen que la boda del rey coincidirá con el solsticio de otoño, que es una buena señal para la unión de los reinos que son muy poderosos. No sé como puede ser un reino poderoso el de las Hadas con una reina tan mala y odiosa como ella.
Jonah...
Es estúpido el pensar que debo pelear para obtener la información que deseo, ¿por qué un día antes de mi boda? ¿Haré lo correcto al casarme? Creo que me estoy arrepintiendo de haberlo aceptado y sólo por un arranque de ira, una ira que provocó Sofía al decir que no le gusto cuando sus ojos dicen otra cosa. Además Sofía ya no es mi Sofía, es muy agresiva, es como si caminara con la espada desenvainada y apuñalara con ella a mi corazón sin compasión, lo ve derramar sangre y parece no importarle.
Y si....¿y si mejor lo dejo de intentar? Casarme por casarme y vivir sólo por vivir, si no puedo ni acercarme a Sofía y no soy de su agrado, peleo una batalla que no podré ganar jamás.
Durante el día, realicé algunas cosas del reino y otras de la boda, espero que den las 10 mientras bebo un poco de té, pero entra al palacio la princesa.
-buenas noches Jonah.- saluda ya sin tanto miedo y timidez.
-buenas noches.- respondo su saludo de manera infiferente.
-¿puedo sentarme?- preguntó al pararse a un lado de mi. Sin mirarla asentí con la cabeza.
-gracias, futuro esposo mío.- parecía que la única persona felíz por el matrimonio era ella.
-¿puedes pedirle a tus hombres que se retiren?- preguntó de manera muy inocente. Igualmente sin mirarla asentí y proseguí a dar la orden.
-Tuìxiū*- los 4 soldados presentes en la habitación se inclinaron y salieron dejandonos solos a la princesa y a mi.
-muchas gracias.- habló ella al ver que no decía nada yo.
-de nada.- la verdad, no quería hablar con ella, pero algo me resultaba extraño, ¿por qué estaba aquí? Según sabía las hadas no deben ver al novio una noche antes, deben estar con sus madres o las mujeres de su familia para aconsejarlas sobre el matrimonio o cosas por el estilo.
-¿por qué viniste?- pregunté al notarla algo extraña.
-a verte. Quería irme acostumbrando a tu presencia.- respondió.
-no te preocupes, no siempre tengo tiempo para estar con alguien.- era una realidad, no tengo tiempo siempre para atender relaciones, al menos acostumbrado a mi soledad y menos con ella que no es de mi interés.
-pero no podemos estar separados, vamos a ser esposos.- cuando dijo la palabra esposos, tomó mi mano que estaba en la mesa, entrelazó sus dedos con los míos.
-sí, lo seremos...-respondí algo molesto, pues no me agradó sentir su mano junto con la mía.
-pero todavía falta que amanezca.- hablé volteandola a ver mientras soltaba mi mano de la suya.
-pero ya es en muy corto tiempo...- suspiró y se acercó un poco a mi. Su mano la bajó de la mesa y la colocó en mi rodilla. Bajé la mirada y vi directamente su mano, cuando apenas iba a tomarla para quitarla, ella me acercó muy rápido a mi boca y plantó un beso.
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Lazos lejanos
RandomUna historia de chicas que se conocerán de una forma muy peculiar y que se enfrentarán a peligros fantásticos. Tendrán que unirse y volverse amigas para regresar cada quien a su hogar. Dos naciones diferentes en dos personas, se formarán unos lazos...