Es un día común en una ciudad común, donde nada extraño pasa, nada interesante, lo que es normal, al menos en una sociedad de nuestros tiempos. Lleno de delincuencia, inseguridad, incertidumbre entre la población, por miedo al futuro y a los gobernantes, en medio de un terror que atormenta a la población mundial.
Un nuevo mal sale para gobernar con miedo al planeta entero, meses van y meses vienen en los que estamos encerrados como población, saliendo sólo a lo necesario.
Mi familia y yo nos toca hacer lo mismo, estar en mi casa y pues sufrir en las clases en línea. Lo olvidaba, me presento soy Sandra de un país latinoamericano.
Vivo con mis padres pues soy menor, tengo 17 años y soy hija única.Ésta pandemia neta me afectó, ya estoy harta de no poder salir, pasan los días y ya no veo a nadie de mis amigos, ni veo caras nuevas. Me pregunto muy seriamente, ¿quién puede vivir así?
¿Habrá alguien con quien se pueda socializar? No es que me sienta sola, pues me llevo bien con mis papás, aunque aveces existan pequeñas diferencias, ya sea por cuestiones mínimas, como por ejemplo que va primero “¿el cereal o la leche?" ya no hayamos con que pelearnos casi casi mi mamá y yo, ella es ama de casa y pasa la mayor parte del día conmigo, me agrada su compañía, puede ser un poquito desesperante pero son las pocas las veces.
En estos tiempos encontrar a alguien con quien hablar, una amistad esta difícil, pues no sales, no conoces y no hablas tanto con tus cuates, así que chiste.
Mientras en otro país
¡Que calor es el que hace aquí! no lo aguanto, camino y camino pero siento que me ahogo con este tonto cubrebocas, sé que nos protege pero me ahoga. Me voy a volver loca, bueno yo sé que lo soy pero más loca voy a estar.
Vivo en los suburbios de un país muy caluroso, unos cuantos grados abajo del Ecuador, se imaginarán el calor que hace aquí. Vivo muy felíz, soy la única hija mujer de un matrimonio, tengo 3 hermanos hombres mayores que yo.
Me llamo Sofía, aunque parezca extraña para algunas personas yo sé que soy felíz.
Entre la pandémia me he aburrido muchísimo, no sé la razón, quiza sea por que no puedo salir como antes. Antes de toda ésta locura salía mucho con mis amigas y mis papás, nos divertíamos mucho. Cada fin de semana era ir al centro comercial que está a unos minutos de mi casa ya fuera por un helado o al parque que está a unos cuantos kilómetros de aquí.
Pero todo éste virus ha hecho que mi vida cambie rotúndamente.En latino América...
Mi madre me pide que le ayude a hacer las cosas de la casa... ¡pero ya me cansé! Parece obsecionada con la limpieza ¡YA! tengo que gritar en mi interior porque si me escuchase mi madre me manda por un tubo y de castigo yo creo me pone a lavar el piso a mano limpia o si no es peor....“la chancla voladora" ay no. De solo pensarlo mejor me callo y me apuro a barrer aunque a ver a que hora acabo.
(Trin-trin)
¿Vibró mi cel? Bajo la pantalla de notificaciones y leo el nombre...¡Aaaaaay no puede ser! Mi crush me escribió. Quiero gritar pero los doy casi ahogados para no parecer una loca deschavetada, mi corazón se acelera y mis ojos brillan como estrellas.
Leo sue mensaje que dice:“Hola Sandy, buenas tardes. Cómo tas?"
Ay estoy bien emocionada, hace mucho tiempo que no hablaba con él. Ando rumeando que le contesto, no lo pienso mucho y le contesto
“Hola Mario, buenas tardes.
Bien gracias y tú?”Comenzamos a platicar, me hizo mi día, la verdad lo extraño mucho, extrañaba hablar con él, sus expresiones...cada parte de él aún siendo por mensaje lo añoro.
-¿Ya bajas hija?- grita mi mamá, quiere saber si ya acabé
-Si mamá- le respondí, lo que no sabe es que tengo rato que acabé pero no bajo por hablar con mi “amorcito corazón" jaja sé que no le puedo llamar así pero pues lo quiero y me gusta mucho.
Mi mente (no sé por qué pero es como si tuviera una conciencia que me habla) me dice no te “¡claves!" “¡No te vuelvas loca por él!" es como si me dijera que no puedo estar con él, pero no entiendo la razón del por qué no, si lo quiero mucho, ¿no se supone que eso es muy importante?
En otra parte del mundo...
Aaa mi camita, que rico es estar acostadita viendo la tele después de un largo día de escuela virtual; ayudar a mi mamá en la casa y además ir a mi trabajo, lo sé lo sé, soy muy chica para trabajar, pero no lo es. Verán yo vengo al trabajo de mi papá, tiene una tienda de productos de pesca y pues vengo y le hago de cajera, jaja y por lo que lo veo como trabajo es porque mi padre me dá una pequeña cantidad de dinero por mi esfuerzo.
Debo admitir que es cansado y ¡abuuurido! No es que no me agrade ayudar a mis papás pero...prefiero mi vida antes de la cuarentena.
¡Casi lo olvido! Mañana quede de ver a mi amiga Rosa, mi mejor amiga, es casi casi mi hermana, siempre hemos estado juntas en todo, en los malos y buenos momentos, pero no le he recordado a mi mamá este asunto.
-mamá, mañana voy a ver a Rosa a las 3 de la tarde...¿si voy a poder ir?- le pregunto toda mustia mientras espero su respuesta estoy jugando con mi dedo anular, lo hago cada vez que estoy nerviosa
-Sí hija, ¿ya quedaste con ella?- me pregunta, la verdad no esperaba que me dijera que sí pero rápido le respondo
-Sí mami ya hablé con ella hace un rato -mentí pero es mi amiga y sé que no me dejará colgada.
-está bien hija, si ya quedaste, mañana vas a verla sólo te pido que te cuides y andes con cuidado porque eres mi chiquita- me dice mi mamá, no me molesta que me diga que soy su chiquita, al comtrario me agrada mucho que me llame así.
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Lazos lejanos
RandomUna historia de chicas que se conocerán de una forma muy peculiar y que se enfrentarán a peligros fantásticos. Tendrán que unirse y volverse amigas para regresar cada quien a su hogar. Dos naciones diferentes en dos personas, se formarán unos lazos...