Rodrigo....
Besarla...fue lo más maravilloso que me ha pasado en mi vida, sus labios eran dulces, sus manos en mi espalda eran cálidas y suaves.
No fue un beso corto, pero tampoco fue tan largo, pues pude sentir que a ella le faltaba el aire tanto como a mí, pero aún así no deseaba separarme de sus labios.
Cuando nos alejamos unos centímetros, me quedó el sabor de sus labios, pero no podía volverla a besar, quería saber su respuesta, ¿será que me acepta?
-Rodrigo....- tomaba aire para seguir hablando.
-si esto no es un sueño, ¿qué es?- preguntó.
-si no es un sueño, es la realidad, que me gustas y que no pude evitar las ganas de besarte.- respondí un poco apenado pero no me arrepiento de hacerlo.
-entonces....quiero que se me quite la duda al 100%- respondió, pero no entendía a qué se refería.
Se acercó muy lento y como dudosa, se puso de puntas y acercó sus labios a los míos, al sentir su respiración no dudé en acercarme a ella y besarla de nuevo. Sus manos las había puesto en mi pecho, sentía en ellas su nerviosismo. Tomé su cintura la cual era realmente pequeña, su beso era con ternura y muy suave. Quizá el que le robé era muy brusco y no era esa mi intención, pero su manera de besar era como si nunca hubiera besado y a su vez como si fuera una experta en darlos.
Sandra....
Su beso fue algo inesperado, sí me tomó de manera brusca, pero era de una manera apasionada y...no sé cómo describirla. No era con rudeza, pero no era una dulzura total, era una mezcla de ambas, que....podría decir que era perfecta.
Al acercarme y darle el beso, sentí su sorpresa pero su gusto por darle el beso. La verdad me da miedo pensar que al ser mi primer beso, lo dé terrible, que mis labios sepan mal, que no le guste, a su vez me asusta el dar el beso, más sigo a mi corazón.
Mis manos me tiemblan y mis piernas ni se diga, quisieran correr, saltar o simplemente dejarme caer.
Al separarme de él, lo miré a los ojos, su mano la llevó a mi mejilla y la acarició para luego besarla y decirme.
-Sandra....eso significa que....a vos...¿también te gusto?- preguntó.
-es que....no sé que decirte.- respondí dudosa.
-¿cómo no sabes?- dijo ancioso.
-es que...- mordí mi labio inferior.
-tu beso puede ser falso, me da miedo que...- no me dejó terminar.
-vos tenés miedo que yo lastime vuestro corazón, ¿cierto?- supo leer mis gestos faciales.
-sí, la verdad sí.- respondí agachando la mirada.
-¿vos pensaís que yo quiero o soy capaz de hacerlo?- preguntó un tanto temeroso.
-no, pero....no lo sé. Mira, acepto que me gustas...- cuando dije eso, el se sonrió.
-pero...yo no quiero lastimarte también.- hablé sinceramente.
-vos no debeís preocuparos por mi corazón, porque yo estoy bien, preocupate cuando tú estés mal porque afectarás mi corazón y mi mente.- hizo una pausa tomando mi mano derecha.
-yo estoy dispuesto a estar contigo, si me lastimas o no quieres estar más conmigo, estaré bien, porque sé que estarás bien.
Dejame arriesgarme si vos me das la oportunidad porque querés.- dijo.
ESTÁS LEYENDO
Lazos lejanos
RandomUna historia de chicas que se conocerán de una forma muy peculiar y que se enfrentarán a peligros fantásticos. Tendrán que unirse y volverse amigas para regresar cada quien a su hogar. Dos naciones diferentes en dos personas, se formarán unos lazos...