Capítulo 84

1 0 0
                                    

5 días antes de la boda

Sandra...

He estado entrenando con los soldados de Jonah, he aprendido mucho en verdad, Sofía no quiso entrar conmigo, dice ella que es más femenina y decente, se pasa de loca.

Aprendí a usar las dagas y espadas cortas, las lanzas también, bueno pero soy mejor en las espadas que en las lanzas, no he peleado con Su Alteza, no le he insistido, porque cuando lo haga le daré un regalo, no de bodas, no puede ser catalogado así, pero será un regalo para él y para una chica medio payasa y loca, pero muy amigable.

En éstos 15 días, no sólo yo he aprendido cosas nuevas, sino que también Sofía. He sido su sábia maestra jajajaja al menos eso trato, la intención es lo que cuenta. La he enseñado a ser más segura, sé que no puedo decir que le enseño a ser fuerte, porque eso no es algo que se enseñe, sin embargo ella disimula bien sus celos con una gran sonrisa. No le ha hecho caso a Jonah, es más ni lo ha visto como amigo, solo lo ve desde lejos pasear con su prometida.

Piensa que me engaña también con su sonrisa, pero sólo la dejo que lo crea así, porque me doy cuenta de todo. Veo sus ojos que ya no se llenan de lágrimas, pero en ellos se ve la tristeza, su boca puede sonreír, pero su voz delata sus celos y sus manos las aprieta un poco.

En cuanto a Rodrigo, lo he visto en estos 15 días unos 10 días, jejeje ya sea que él venga oculto entre las sombras o quedamos de acuerdo en vernos. Dice que no hay problema con eso de ir a casa, que la máquina que hizo está ajustada para volver a una dimensión futurista. Sólo que falta un cabello mío y uno de Sofía para que detecte la “frecuencia dimensional” en la que estamos nosotras.

Me lo explicó muy fácil, hasta me sentí toda una científica, lo extraño es que en matemáticas en casa soy regular ¡porque luego no entiendooo!

Ahora sólo tenía un último problema, ¿cómo le digo a Rodrigo que me tengo que ir? Hoy lo veré en la tarde, en el mismo lugar de siempre, en donde me había citado la primera vez.

Comencé a prepararme para ir a verlo, eso de prepararme es un decir, porque sólo peino  mi cabello, lo suelto y me lavo el rostro, me bañé anoche, pero me tengo que ver bien. Sofía ya sabe que me voy a ir, así que ella puede estar tranquila, ¡ash! Pero como me molesta con que es mi novio.

A llegar al lugar acordado, él no estaba, me senté bajo un árbol para que me diera la sombra mientras miraba las nubes jugar con la luz del Sol y algunas hojas secas caían a mi al rededor.

-vuestra belleza resplandece con los rayos del Sol.- era Rodrigo, su voz es inconfundible y siempre tenía una entrada en la que tenía que decir algo lindo.

-mi belleza resplandece por si sola, sin la necesidad que el Sol la resalte, más mi corazón late al ver a alguien que es como el Sol.- respondí sin girarme a verle.

-os puedo preguntar, ¿quién es esa persona?- se sentó a mi lado mirandome con suma ternura.

-alguien que dice que le gusto, él me agrada también, es alguien que....es un mago malvado.- hablaba viendolo de reojo.

-¿por qué un malvado?-  preguntó algo asustado.

-porque he descubierto su más oculto secreto....- hablé de manera un tanto macabra.

-¿qué secreto? No podeís sacar conclusiones, ¿o sí?- sus caras de preocupación y miedo me daban risa.

-jajajaja el secreto es que ha robado mi corazón y lo ha embrujado con un hechizo del que no se puede liberar.- hablé tratando de verme algo coqueta.

Lazos lejanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora