Capítulo 45

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Jonah....

No sé qué voy a hacer para convencer a Sofía que entre Nasha y yo no existe nada, ahora que Nasha me contó lo que le dijo a Sofía debo enmendarlo o al menos intentarlo.

Ya es tarde, ya debe estar dormida pero....no quiero dejar las cosas así. Camino por el reino, todo está obscuro, menos una parte. Esa luz proviene de la casa de Sofía, ¿será posible que esté despierta? No me quedaré con la duda.

Llegué hasta su puerta, me detuve dudando en tocarle, no sabía que decirle y con que cara le hablaría.

Respiré profundo y toqué finalmente. No salía, pero había luminaria por dentro, ¿qué pasaba que no abría? Me dí la media vuelta pensando que no saldría, pero de repente oí tras de mí.

-Jonah, buenas noches- sí, era su voz, su voz melodiosa que me encantaba y que me hacía temblar.

Me giré a mirarla, pero tuve que agachar la mirada, pues estaba en ropa para dormir y es inapropiado que un hombre vea a una dama así. Además su cabello estaba todo suelto y alborotado.

-bue..buenas noches Sofía- respondí a su saludo pero sin mirarla.

Me tomó de la mano y me jaló para entrar a su alcoba. Cerró la puerta después que entrara.

-ven sientate, ¿gustas algo?- preguntó, algo me parecía extraño en ella, no sé con exactitud qué, pero algo le pasaba. Me senté finalmente donde me había indicado, en una de las sillas donde habíamos comido en la tarde.

Seguía sin poderla mirar, sin mencionar que me ponía más nervioso de lo que ya estaba. -no...no gracias Sofía...este...mmm-

-¿qué te pasa Jonah?- preguntó parandose a un lado de mi. Luego colocó una mano en mi hombro, no pude evitar sentir un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

-Sofía, no....no puedo hablarte si estás así.- hablé sin mirarla aún. La miraba de reojo solamente, podía ver que su ropa era blanca, su pantalón lucía cómodo y su blusa algo floja pero no la veía completamente.

-¿por qué no?- preguntó muy inocentemente.

-es que.......es ropa de dormir, no es apropiado que te vea así.- respondí.

-ah....no te preocupes ya me acostumbré.- respondió muy despreocupada, no pude evitar verla a la cara asombrado, pero su sonrisa y sus rizos emanaban una paz muy linda. Aun que esa felicidad sólo duró unos segundos porque volví a bajar la mirada. -no...no te entiendo.-

-pues mira, yo tengo 3 hermanos que son mayores, algunas veces me han llegado a ver en pijama, además en algunas ocasiones mis primos, así que ya me acostumbré.- dijo un par de cosas que me consternaban un poco, ¿tiene hermanos? Y ¿Qué es pijama?

Poco a poco subí la vista, pude ver su pantalón que le quedaba flojo de las piernas, pero le hacía lucir muy linda su cintura y cadera; su blusa era floja y era sin manga; su cabello estaba alborotado y sus rizos parecían que no los habían peinado en un buen rato. Sus brazos que estaban descubiertos lucían delgados y su piel tan suave que me daban ganas de acariciarlos.

-¿ves? No te preocupes, fresco, que así es mejor. Jejeje- se rió dulcemente.

-Sofía...¿qué tienes que no estás dormida aún?- pregunté mirandola un poco nervioso pero menos que hace unos momentos.

-es que.....no tengo sueño- se giró unos momentos y regresó.

-así que no voy a dormir hasta más tarde.- al decir eso, fijé mi vista a sus ojos y pude ver que estaban cristalinos, como si quisera llorar.

Lazos lejanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora