Capítulo 70

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Lachlan....

La reina hada algo trama, pero no sé que sea, sólo lo puedo deducir porque la señorita Sofía salió llorando. Ayer el que llegara sin casi seguridad y que hoy solicite una reunión con el Consejo me parece algo muy extraño y me atrevo a decir que sospechoso.

Nasha opina lo mismo que yo, ella estuvo hablando también con Sofía ayer, pero no me quiere contar sobre qué hablaron, se excusa diciendo que son cosas de chicas, yo no sé que cosas de chicas puede ser si en tal caso nos cuenta Jonah también pero...ahora él no puede.

Llegamos al salón donde siempre nos reunimos para organizar estrategias y todo lo demás. Yo iba en nombre de representar a mi Rey, no puedo opinar igual como si fuera el Rey, pero puedo decir un par de cosas.

La Reina se sentó del otro lado de la mesa, yo estaba en la cabeza y el Consejo al rededor, haciendo que se marcara la forma redonda de la mesa.
Todos hicimos el saludo correspondiente a la Reina, ya que todos somos de bajo nivel junto a ella.

-muy bien Alteza, diganos, ¿cuál es el motivo de su visita?- pregunté luego de sentarme.

-pues porque he venido a hablaros de negocios.- respondió muy seria.

-¿qué negocios vos puede ofrecernos?- no lo pregunté de mal modo, pero la verdad nosotros prosperamos económicamente.

-me gustaría poder hacer intercambios con el café, es una semilla muy abundante en mis tierras y en las vuestras abunda la granada, nosotras las Hadas sólo consumimos la granada cuando está pasando la temporada. Quiero que a cambio de nuestro café se nos dé granada.- expuso. No me parecía mala idea, nosotros sólo bebemos té y agua, así que el tomar café no estaría mal. Sin mencionar que por mantener la paz, conviene darle gusto en algunas cosas.

Miré al consejo y todos asintieron con la cabeza. -Hǎo.*- exclamé y asentí con la cabeza mientras la miraba.

-¿algo más en lo que necesite vuestra ayuda Su Majestad?- pregunté muy amablemente.

Ella sonrió y movió la cabeza muy coquetamente. -sí, existe algo más en lo que me podeís ayudar.- me quedé mirandola muy pensativo, ésta mujer era hábil y sus sonrisas que lucen amables son peligrosas y engañosas, es por lo que da hasta cierto punto, miedo.

-quiero que mi hija, la princesa Tania y mi única heredera al trono sea esposada con el Gran Rey Jonah, el “Rey de hielo”- expresó.

Todos los presentes nos sorprendimos y comenzaron a murmurar, Nasha estaba de pie atrás de mi y colocó su mano sobre mi hombro, lo que me hizo reaccionar y hacer que todos guardaran silencio.

-Alteza, puedo entender sus motivos, usted desea unir nuestros reinos con nuestro gran Rey y así poder llevar la prosperidad a su reino y obviamente a vuestra hija. Sin embargo, creo que eso último no se va a poder.- afirmé. Todos los del Congreso no entendían el por qué de mi respuesta y mucho menos a la Reina.

-¿puedo saber el motivo de su respuesta?- sonaba calmada, pero su rostro lucía molesto.

-claro que sí, os puedo explicar. Como sabrá nuestro Rey está en coma, no sabemos cuando despertará y no está interesado en contraer matrimonio nuestro Rey.- expliqué, espero que la Reina no se enoje.

-pues con más razón, vuestro Rey es jóven pero ya debería estar casado según sus costumbres, mi hija entro en edad de casarse hace 3 años así que estaría muy bien. Ahora el problema que están pasando pudiera evitarse en el futuro, si en algún momento se enferma o está en el campo de batalla, la Reina puede encargarse del reino mientras él no esté.- sí, no se equivoca, es cierto lo que dice, pero sé que no querrá casarse con ella. 

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