Sofia....
-¡Sueltenme! No pueden hacerme esto- gritaba desesperada, me movía tratando de soltarme, pero era inútil. Quienes me llevaban eran dos hombres ligeramente más altos que yo, muy fornidos, cuanto más me movía, más me apretaban las manos, incluso llegó al punto en el que no podía mover las muñecas.
Nasha seguía a los hombres con la cabeza agachada, ¿la castigarán? No lo creo, ella no hizo nada, ni dijo nada....pensandolo bien que la pongan delante mío para darle un golpe en la cabeza, porque no me ayudo. Me dejó morir sola, dejen que me la madre para desquitarme jajaja okay no, no haría eso, solo es broma.
Me llevaron de vuelta al cuarto donde había estado todo el día, que parecía más bien una casa, pero cuando llegamos no me soltaron, me aventaron para que entrara que casi me tiran, pero escuché la voz de Jonah tras de ellos.
-esperen, no seaís tan rudos con ella- lo dijo volviendo con toda la calma del mundo, volviendo a su tono normal con el que le conocí. Nasha se tiró al suelo haciendole reverencia, menos los guardias que me llevaron quienes se mantuvieron firmes junto a Jonah.
-Rückzug*- dijo mientras miraba a Nasha, ella se levantó y sin alzar su cabeza salió del cuerto, supongo que le dijo que se fuera en su lengua. Yo me quedé mirandolo con furia por el hecho que me gritara y que me mandara a encerrar, ni mis padres lo hacen ni por castigo lo hicieron.
-¿por qué te pones de ese modo?- cruzando sus manos en su espalda y con voz pasiva me hablo, era otro a como me había gritado.
-¿por qué? ¿Encerio quieres que te lo explique?- le dije en un tono...mm no muy cortés ni pasivo, digamos que un poco agresiva.
Soltó una pequeña sonrisa y sin alterarse dijo.
-mira, ya te dije, eres un poco rara, quizá es como dices, pero para nosotros como estamos acostumbrados a las personas de afuera son muy diferentes a ustedes y sí, quiero que me digas la razón.- me lo dijo de una manera tan segura que a mi me hizo sentir insegura de como lo seguiría insultando o peleando con él.
-¿qué pasa si me rehúso a decirte?- le pregunté queriendo mantener mi actitud de soberbia y orgullo, pero creo que mi voz se quebraba un poco mientras que mis piernas no dejaban de temblarme.
-¿te atreverías a rehusarte?- me respondió con otra pregunta dando un paso con cada palabra que decía, solo podía retroceder mientras le miraba a los ojo.
Sus ojos se veían tan claros, tan puros, tan pacíficos que me gustaba verlos (esperen...¿qué acabo de pensar?)
-no creo que te niegues....- condenado Jonah, interrumpió mis pensamientos.
-te voy a decir porque...- me terminó acorralando, él en definitiva era más alto que yo, pero no creí que me haría sentir sumamente chiquita al estar arinconada y su mirada fija en mis ojos.
-porque yo no he sido malo contigo, busque a tu amiga, haciendo algo que no me debería de incumbir pero lo hago, porque quiero. ¿Tú por qué te pones así?- me preguntó, traté de desviar mi mirada pero él me la buscaba, y no me quedó de otra que responderle con voz muy nerviosa.
-pues porque yo no soy experta en el bosque, no sé como puedo ayudar a encontrar a Sandra. No quiero ser un lastre, por eso no quiero ir- cada palabra que salía de mi boca él la escuchaba sumamente atento, pero no pude seguir viendolo a los ojos y comencé a mirar mis pies.
-Sandra es mi amiga, no quiero ponerla en riesgo y creí que los “expertos”- ¡así es! Lo dije con comillas.
- podrían encontrarla- seguía sin ver sus gestos faciales porque miraba mis pequeños pies.
Su mano llegó a mi mejilla he hizo para atrás mi cabello y lo colocó atrás de mi oreja, sentí como un escalofrío porque tocara mi cara.
-tranquila, no serás un lastre. Ella se oculta bien, quizá seas de ayuda y si no, nada perdemos.- me dijo poniendo sus dedos en mi barbilla y alzó mi cara, la cual estaba llena de dos lágrimas que rodaban por mis ojos, él las secó tiernamente pero me sentía extraña pero como apapachada. Me dejé consentir la verdad, luego ordenó a sus guardias que se prepararán para mañana, que saldremos en busca de Sandra, no sé como se los dijo solo sé que fue en su lengua jaja.
Se despidió muy respetuoso conmigo y se retiro, yo no podía creer que había pasado conmigo. Yo no quiero enamorarme, ¡No, no! Si no soy Sandra que se enamoró del alcalde y ya sufre por él, no quiero sentir las flechas de cupido, que es ¡un mito! Un víl engaño que la mercadotecnia ha utilizado.
Sandra....
Parece ser que me gané el respeto de la Reina, por mi respuesta que había sido de su agrado, muestra de ello fue que me levantó y me dijo que solo me inclinara un poco en señal de respeto, pero ya no como cuando entré.
-dejad entrar a la princesa- ordenó la reina, quedé asombrada, conocer a una familia real ¡que emoción! Se abrieron las puertas por las que entré, pero no vi a la princesa, pues entraba el hada Tania, parecía que la hubieran regañado la razón me era desconocida, en fin, busque a la princesa pero llegó hasta nosotras el Hada Tania quien solo doblo sus rodillas un poco y con voz suave saludo a la reina.
-¿me has vuelto a llamar madre?- le dijo...¿le dijo bien? ¿Madre? ¿Ella era la princesa? Quedé estupefacta ante la noticia.
-así es hija- le respondió la reina quien me volteó a mirar y me habló.
-supongo que ya conocéis a la princesa Hada Tania- me lo dijo de una manera tan casual, que pensé que ya estaba tranquila pero oh sorpresa.
-El Hada Tania princesa de este reino, única heredera al trono de la mágia y quien se supone debe proteger de los humanos nuestra existencia.- todo eso lo dijo viendola de una forma fea y en modo de regaño, la princesa solo agachó la cabeza en modo de asumir el regaño, yo estaba sacada de onda, porque no encuentro la razón por la que le dijo eso.
-alteza, con todo respeto...- di un paso hacia atrás y me incliné un poco y proseguí.
-no recuerdo haber conocido a la princesa aquí presente- okay...sueno muy mamona por tanta formalidad jaja pero es una reina que se ve que tiene su genio jaja así que hay que tratarla con pinzas casi casi.
-oh no la recordais porque fue en la noche que ella estaba castigada, que no debía salir de su alcoba y que fue a buscar problemas. Encontrandosé con un campamento en el que te conoció- aaaaa con que esta fue la morra que provocó que me madreara en el bosque, ya decía yo que su complexión se me hacía conocida.
-ah ya veo Alteza, disculpeme no nos habíamos presentado- sonreí mientras agachaba mi cabeza, pero era una sonrisa de dientes para afuera, porque me quería desquitar con esta tal princesa pero no podía porque su madre y los guardias estaban cerca.
-Tania, llevad a vuestra amiga a hacer lo que ya sabes- ¿eh? ¿Qué dijo esta reina? En primera su tono era muy mandón, muy mamón y muy frívolo. ¿Qué ocurrió aquí?
-sí madre.- respondió la princesa, se dió la vuelta y comenzó a caminar, de inmediato me despedí de la reina con una reverencia y seguí a su hija. Al salir de la habitación se veía que estaba comenzando a relajarse pues estaba muy tensa.
*En alemán, justo como lo sospecha Sofía, significa: “Retirate”
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Lazos lejanos
LosoweUna historia de chicas que se conocerán de una forma muy peculiar y que se enfrentarán a peligros fantásticos. Tendrán que unirse y volverse amigas para regresar cada quien a su hogar. Dos naciones diferentes en dos personas, se formarán unos lazos...