Jonah...
Noté que había llorado, me miró como si ahora ella fuera la muñeca de nieve, un bloque de hielo, me sentí extraño, ya que no me saludó.
-Sofía he venido a hablar contigo.- hablé despacio por mis nervios y el miedo que me daba el verla así.
-pasa...- desvió la mirada y se hizo a un lado para dejarme entrar.
-Sofía antes que te diga a qué he venido, ¿quieres decirme algo?- pregunté algo temeroso. Con eso quiero preguntar si algo le pasa, sé que es más que obvio, pero no quiero estropearlo con esa típica pregunta.
-no Jonah, nada. Bueno....sí.- creo que prefiero que me diga que sí a que diga que no.
-Muchas felicidades por su boda Majestad...-habló inclinandose y sonriendo, sé que es falsa, pero se veía tan real. -le deseo lo mejor del mundo en su matrimonio y que sea muy felíz.- finalizó manteniendo su reverencia.
No soporté verla así y la tomé de los brazos tratando de levantarla, pero se puso dura, cual si fuere el árbol en donde está construido el reino.
-Alteza, no debe levantarme, luego de 1 minuto que esté así yo misma lo haré.- era cierto, según nuestras costumbres, pero no debe hacerlo, cuando hace algo así me rompe el corazón.
-Sofía....¡Sofía levantate!- quise ordenarle que se levantara, pero no me hizo caso. El impulso fue abrazarla, quedé de rodillas en frente de ella, sentí su sorpresa, pero lo que no sentí fueron sus manos tomar mi espalda.
Por estar en esa postura, ella cayó quedando igual de rodillas, pude pegarla más, porque sus manos ya no estaban enfrente, sino a un lado.
-Sofía....no debes felicitarme por casarme con la princesa.- hablé tratando de ocultar el nudo que sentía en la garganta.
-claro que sí, Jonah es un momento muy felíz para tí.- la separé para verle su rostro. Por sus mejillas rodaban un par de lágrimas.
-no lo es si no estás conmigo.- respondí sin pensar mucho en las palabras.
-¿me estás pidiendo que me quede a tu boda?- preguntó, sé que no es tonta, pero fingió serlo.
-no te pediría eso. Quiero pedirte que te quedes a mi lado.- ella abrió los ojos de par en par. Era como si no lo pudiera creer.
-Jo..Jonah, sabes que no soy de aquí, de...debo volver a mi hogar.- respondió con nervios.
-¿podrías quedarte?- pregunté con la esperanza que diga que sí.
-Jonah....pero ¿y mi familia?- preguntó muy consternada.
-puedes traerlos, por favor Sofía...
Quiero...quiero...-tomé su mano delgada. -quiero y deseo estar contigo. Tú....tú me gustas mucho Sofía, como nunca antes me había gustado alguien.- quizá lo último estaba de más, pero no supe cómo más decirselo.-eres con la única con quien deseo estar, con quien me pudiera casar ya mismo sin pensarlo ni una sóla vez.- hablé rápido, algo nervioso, era la primera vez que sentía inseguridad al hablar y que tenía miedo.
-Jonah, debo volver a mi hogar. Pudiera vivir aquí y volverme una Elfa, pero....mi familia no podría, además no sé como traerlos si ni si quiera sé cómo volver...-no podía dejar que siguiera diciendo esas cosas.
-¿no sábes cómo volver? Pues si no encuentras la manera quedate aquí, sé que no es mucho pero puedo...puedo hacer que te sientas muy felíz....yo quiero que....que seas mi reina....-lo tenía que decir, no podía más guardarme estas palabras.
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Lazos lejanos
RandomUna historia de chicas que se conocerán de una forma muy peculiar y que se enfrentarán a peligros fantásticos. Tendrán que unirse y volverse amigas para regresar cada quien a su hogar. Dos naciones diferentes en dos personas, se formarán unos lazos...