Capítulo 3

18 2 0
                                    

Sandra....

Después que finalizara mi historia, se quedó mirandome, fijamente, yo estaba toda nerviosa, creo que la temperatura me bajo a -15 °C bueno eso digo, igual y exagero un poco, porque estaba realmente helada.

-hija....- Habló por fin mi madre e hizo una pausa y continuó -no estás loca, no creas esas pendejadas, símplemente...podías haber estado soñando despierta-

La interrumpí diciendo -no mamá, no lo pude haber soñado, estába bastante lúcida para verlo con mis propios ojos- me levante y comencé a dar vueltas en la cocina.

-hija a ver ven -le obedecí y me acerqué a ella, prosiguiendo

-Mijita,hay una explicación ilógica pero que puede ser....- no la dejé terminar y pregunté muy curiosa

-¿Qué es mamá? ¿O qué pudo ser? Dime dime- parecía realmente una niña de 5 u 8 años por mi manera de interrogarla e insistirle jaja. Ella con una calma realmente invidiable me respondió.

-un espacio donde las leyes de la física y la gravitación no existen originando algo similar a un portal dimensional, es decir, un lugar donde el espacio y el tiempo no son los mismos o bien son los mismos espacios y tiempos pero con algunas variables- ella realmente estaba muy tranquila, yo..la neta estaba asustada y bien sacada de onda que me quedé de "What!!!" "¿Qué dijoooo!!!" no o sea mi cabeza daba vueltas, no sabía ni como chingados procesar tanta information.

No niego que conozco algo sobre el tema, pero sólo por películas, porque ni en la escuela nos lo enseñan, a lo mucho la ley de la relatividad de Einstein, más allá de eso pos como que no.

Como me quede boquiabierta después de unos minutos pensando le respondí.

-o sea...que me estás diciendo que lo que ví era un portal a una dimención alterna a la nuestra y que quizá me ví, o bien contemplé a otra persona de una dimensión similar a la nuestra. ¿Lo dije bien? -le pregunté y ella con toda la calma del mundo me respondió.

- así es Sandy, es lo que pienso, porque la verdad no estás loca de atar, si eres diferente a las demás chicas pero eres única, no eres loca cualquiera y deschabetada- yo seguía sin entender, ahora no sé si mi mamá se hizo ultra fan de las películas de ciencia ficción o soy yo la loca.

En alguna parte del mundo....

Sofía.

Voy caminando por la calle, pero no dejo de pensar que fue lo que vi. No encuentro una explicación. Espero que mi amiga me pueda ayudar a ordenar mi mente y quizá pueda entender que fue lo que paso.

-Amigaaaa!!!- me grita mi amiga Alexandra, yo estaba de espaldas cuando ella gritó, así que me dio un gran susto.

Amigaaa! Holaaaa, que rico verte- le respondo cuando me volteo a mirarla y saludarla -Ale, sé que no podemos abrazarnos pero preparate que te daré un abrazo de oso!!-

Sinceramente tenía como 4 meses que no la veía, obviamente la extrañaba y no aguantaba las ganas de darle un abrazo enorme, hasta que se le salieran las tripas.

Alexandra no es una chica como yo, si fueramos iguales no seríamos compatibles, creo yo.
Ella es más calculadora, más centrada, no comparte mis acciones locas y divertidas que yo hago, ella es más hmm ¿cómo describirla en una palabra?... Es que aburrida no es; loca pues no es, ni tantito; matadita, tampóco le queda, yo soy aplicada pero no me quita lo loca; digamos que es más equilibrada que yo.
Por esa misma razón creo que me puede ayudar.

-Sofi, ¿qué te has hecho? Te veo más hermosa -me dice Alexandra, la volteo a mirar con una expresión de asómbro y le digo...

-nada amiga, ¿apoco me ha venido bien la cuarentena?- por mi comentario no aguante la risa, ella tampoco y nos moríamos de la risa. Hace mucho no reíamos así juntas.

-Sofi, ha pasado 5 minutos desde que llegaste y te veo muy sacada de onda, no sé, no te veo en tus 5 sentidos o algo, ya dime que te ocurre, si no me va a dar el surminage-

-Amiga, ¿cómo sabes que me ocurre algo?- volteo a mirarla con incertidumbre, pues no le había dicho nada aún, a lo que me responde.

-Amiga, te conozco de hace mucho tiempo, así que no me puedes ocultar que algo te sucede, ven- se acerca a mí y me toma de las manos- dime amiguita lo que te pasa- me lo dice haciendo su voz de fresa.

-ay amiga- no podía evitar soltar un ligero suspiro -pasa que creo que estoy teniendo alucinaciones- le relato mi historia, lo que ví, lo que sentí, ella..parece ponerme mucha atención, no me interrumpe deja que le cuente hasta el más minúsculo detalle.

-Amiga...¿que opinas? -le pregunto al finalizar mi historia

-JAJAJAJAJA amiga Jajaja ¿qué fumaste o que te metiste amiga?- es la respuesta que recibo de ella.
Ella no es tan bromista, la única que siempre hace comentarios medio estúpidos soy yo, pero nunca con el afán de hacer molestar a alguien. Así que me trato de tranquilizar y no enfadarme y le pregunto

-Ale...sábes que no estoy bromeando, dime lo que piensas en realidad, es algo sumamente serio, así que dime.
Es que estoy realmente asustada y no sé si ya enloquecí o que pasa conmigo.

Sin embargo la miro reírse sin parar, pero no es en un tono de "no creo lo que me dices" si no más en un tono de mofa, de tomarme el pelo y sin dar su opinión, como si lo que le dije fuera un chiste.

No aguante más, tome mi sueter, me levanté y me fui de ahí. Escuché que me gritaba diciendo que no me enojara, que no me enfureciera pero estaba en busca de un consejo y comprensión, no de alguien que se burlase de mí y me viera como un payaso.

Me fui por la calle, mientras veía en un aparador la ropa de la nueva colección, de la mejor empresa de moda que puede haber en este mundo, esos vestidos, esas faldas tan bellísimas, me encantaban.

En el cristal pude ver mi reflejo, el cual se desvanecía y aparecía otro, ¿era la misma niña? Sí, estaba segura, se veía fea, traía puesto un pantalón de mezclilla, una playera blanca pegadita, el cabello suelto pero su rostro se le veía horrible, ni si quiera sé el por qué. Yo sólo sé que se veía fea.

Pero nuevamente al tratar de tocar el reflejo se desapareció, sólo que ahora no me dolió la cabeza, era algo sumamente extraño, no podía quedarme más en la calle, decidí volver lo más rápido que pude a mi casita.

Lazos lejanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora