Capítulo 49

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Sofía....

No le dije que era su Rey, pero me hizo sentir mejor, el haber hablado con él. Me pude desahogar con este chico Adal. Nos cogió la tarde, ya era hora de comer según dijo Adal y me tenía que llevar de regreso para poder comer.

-¿qué prisa llevas Adal?- pregunté en modo de juego.

-no es que lleve señorita, pero es para que al menos coma algo.- respondió.

-no me digas “señorita”como mi amigo puedes llamarme Sofi o tal cual Sofía.-

-¿estaís segura?- preguntó asombrado.

-sí, no quiero que me llames así de “señorita”-

-entonces así sera Sofía.- lo dijo inclinandose un poco y sonriendo a la cual respondí por igual. Era la primera sonrisa después de lo de esta mañana.

Jonah...

Tengo cosas que atender, pero no me concentro por lo que pasó, Sofía está muy cabreada y todo por mi culpa, ni si quiera ha probado bocado. ¿Se sentirá bien? ¿Habrá llorado? Le mandé a llamar a Lachlan para que me ayude en esto y reclamarle por sus malos consejos.

-Jonah....¿qué tal te fue?- entra Lachlan a la biblioteca.

-¿cómo me fue? ¿Es en serio?...- hablé mientras me acercaba a él, cuando estuve lo suficientemente cerca lo empujé con fuerza.

-pésimo, ¡pésimo! Horrible, espantoso...no encuentro otro adjetivo para calificarlo.-

-oye a ver...cálmate y cuentame qué paso.-

Traté de calmarme y le relate lo sucedido. Después de hablar yo, dió su opinió.

-Jonah, no estuvo tan mal.

Mira ella se enojó pero eso hizo que se preocupara más por ti, por eso te preguntó si algo te preocupaba, quizá sí exageraste en el hecho de decirle que no es capaz de entenderlo, pero en lo demás estuviste muy bien.- me dió una palmada en la espalda mientras estaba sentado.

-tienes razón, no me había preguntado eso, quizá no fue tan mala tu idea....pero ¿cómo hago ahora para quitarle lo cabreada?- le pregunté.

-bueno, eso sí no sé mucho, pero si le preguntamos a Nasha nos va a decir que lo que hiciste estuvo mal y que debías tratarla con amor supremo.

Dejame pensar....- dijo dandose la vuelta y moviendo su mano, lo cual era signo cuando estaba pensando él.

-¡lo tengo!- exclamó. -buscala y portarte igual que hoy pero menos fuerte.- ¿esa era su idea?

-¿vos nunca cambiaste verdad?- le pregunté con sarcasmo.

-¿es sarcásmo?- preguntó rascando su cabeza. -desde que eramos niños no lo hacías, teniamos los 10 años y casi no lo hacías ya, ¿qué te pasó que te cambió ahora?- era ingenuo Lachlan, era obvio, pero...a su vez yo no sabía si lo que parece obvio es la respuesta.

-no lo sé.- terminé por decir. -mejor piensa en otra idea, que esa es absurda.- le dije a modo de regaño.

-pues...no se me ocurre otra opción.-

-a mi sí.- inhalé aire y me erguí antes de levantarme.

-¿me vas a decir qué es?- preguntó ansioso.

Lazos lejanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora