- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Hace minutos habían llegado a una de las zonas menos transitadas de la ciudad, lugar donde entrenarían en unos momentos arduamente. Aizawa había dado el aviso que dentro de unos minutos empezarían con las actividades correspondientes para entrar en calor, mientras tanto, que comiencen a estirar. Poco te importó así que te sentaste al costado del asfalto de la calle, entre éste y la acera un poco aburrida, apoyando tu codo en la rodilla y la mano en la barbilla resoplando con pocas ganas.
— que pasa, novata? Acaso no puedes ni siquiera estirar? —
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Le miraste cursiosa, observando como empezaba a reírse, sonando realmente fastidioso y hartante para algunos mientras que juntaba sus piernas y tocaba el suelo con ambas manos, queriendo restregarte en la cara sus "habilidades". A cambio, solo recibió un erupto de parte tuya, era corto y no tan ruidoso, pero fue suficiente para que llegara a los oídos del rubio con ego a un nivel inimaginable y lograras que sonriera, apretando la mandíbula tratando de ocultar el enfado.
— PFJJ!— Kirishima trataba de aguantar la risa mientras Deku te observaba sorprendido con los ojos ampliamente abiertos — no me apetece — en pocas palabras y con tu voz sonando con desgana, pudiste explicarle al muchacho que veía como te levantabas del suelo y caminabas por las diferentes tiendas y negocios. Panaderías, peluquerías, bibliotecas, muchos que no eran parte de tu interés en lo absoluto.
Tus manos se tomaban por detrás de tu espalda, asomándote por las vidrieras curiosa, mientras con inquietud observabas si se encontraba lo que buscabas con esperanza, sin embargo te distraías entre la busqueda y cada vez te alejabas más de toda la multitud que lo conformaban los estudiantes de la UA. El peliverde de nombre de héroe Deku, lo notó, debido a que tenía cierta inseguridad y miedo de que pudieras escaparte o irte, sinó te encontrarían y menos oportunidad te darían de irte, lo cual lograba darle cierta preocupación al pecoso.
— espera, ___. No podemos irnos hasta cierta distancia! — Bakugo apreciaba a lo lejos como su compañero salía corriendo hacia ella un poco tímido pero aún persistente y con la intención de no hacerte meter en futuros problemas, pero el obstáculo es que te metías inconscientemente en ellos. Sus ojos rubis giraban conforme Izuku se acercaba a tí, simplemente los miraba de brazos cruzados y con el ceño fruncido, tranquilo pero serio como comúnmente le veías.
