- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Domingo 12:05 AM
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Veías calmada las estrellas del cielo con nubes, que éstas pasaban hacia la izquierda por el viento que incluso movía tus cabellos desordenados. Jugabas con un pie apoyado en tu rodilla mientras te mantenías acostada con las manos detrás de la cabeza, junto a una media sonrisa encantada.
Estabas a punto de estirar tus brazos pero de la nada oíste un maullido corto pero agudo. Te sentaste lentamente hasta poder ver a un mínimo negro de ojos claros, grandes y brillantes caminar en el techo hacia tí. Su paso completamente silencioso hacia que te le quedes mirando con curiosidad mientras el pequeño animal seguía caminando interesado hacia tí.
— hay muchos gatos en éste lugar — y al llegar a tus pies, le dió una leve lamida a un dedo del pie para después morderlo con poca fuerza, causando gracia en tí, mientras salía una leve risa de tu boca. — ey~ no duele pero me siento ofendida — bromeaste acercando tu mano a su pequeña nariz, logrando que el felino olfatera por unos segundos mano, hasta que ya se acercó a ésta, restregandola en su barbilla en busca de mimos. Empezaste a acariciarlo hasta que se alejó un poco para darle un paro a las caricias. Caminó hasta tus piernas y empezó a caminar en tus muslos hasta que se sentó en éstos frente a tí.
Ambos ladearon la cabeza con curiosidad al ver al otro en silencio mientras los dos par de ojos brillaban con intensidad, notando como los suyos eran azules marino, unos profundos y brillantes. "Se parecen a los de Touya" Lo tomaste por debajo de los brazos delanteros y lo alzaste hasta que rozaran narices — te llamaré Dabi — viste su cuerpo y luego sonreíste — y eres macho — diste una risilla volviéndolo a ver mientras daba un maullido largo, logrando ternura en tí.
— me llamaron? — el animal tanto como tú giraron sus cabeza hacia tu derecha, viendo como un pelinegro se subía sin dificultades al techo alto. — tú eres Touya — le nombraste tranquila mirándole con indiferencia para después alzar al gato hacia él, logrando que lo mirase aburrido — y él es Dabi — le moviste una patita al animal, como si estuviese saludando.
