My Plus Ultra (Chicos De Bnha y tú)

Capítulo LIV: Alma solitaria

Viernes 01:01 PM

La puerta se abrió de manera brusca, ya que una patada de parte tuya logró hacer ruido en todo el bar, asustando a Kurogiri un poco, ya que se encontraba charlando un tanto serio con Shigaraki, parece se habían quedado ellos dos solos a conversar acerca de cómo debían de tratar ésta situación ahora que no tratabas de ir en contra de ellos, ni a favor.

Tomura ahora con su ropa común de camisa mangas largas negra, giró su cabeza a verte, sentado en el banco de la barra mientras a metros de él estaba la rubia de ojos rojos sentada en el suelo, logrando que Dabi la mirase de reojo "la devolvió de vuelta al bar?" no le dió tanta importancia al momento en que miraste a los hombres con poco interés — hay lavadero? — Kurogiri informó que a un costado en el baño, de manera curiosa, observando como llevabas en la mano una bolsa con ropa llena, mientras que el peligrisáceo observaba sigilosamente tus pies manchados de rojo. "Sangre"

Hasta que un hombre joven entró por el mismo lugar que ustedes, logrando que volteases al igual que Dabi. El hombre desconocido sonrió con placer al ver tus ojos — ah... La loca — diste a entender la situación a los segundos de solo ver al muchacho, que éste al oirte dió un resoplido, cambiando su gesto a uno aburrido y triste, mientras poco a poco cambiaba, convirtiéndose en la rubia de ojos claros y amarillentos, mientras se cubría con una manta que anteriormente había dejado en una de las mesas del bar, parecía haberse preparado.
Al voltear a verte una vez cubrió su cuerpo en la tela, sonrió — como sabías que era yo? — terminó de relamerse los labios que llevaban unas mínimas gotitas de sangre.

Le miraste curiosa, dejando de mostrar tu mirada aburrida — no es obvio por tu olor? — la rubia simplemente te miró igual de interesada que tú, acercándose a tí con cautela — de verdad? — asentiste tranquila mientras asentias — hueles a sangre la mayor parte del tiempo — ella sonrió con alegría al sentirse tan alagada — HONTO?! — asentiste otra vez al verla tan emocionada, pero a los segundos se sorprendió al verte girar a ver a Kurogiri — hay toallas en el baño? — el hombre negó tranquilo — naturalmente cada uno tiene el suyo — bajaste la mirada un tanto disgustada, pero Himiko se acercó más a tí con emoción — quieres que te preste? Tengo de sobra. Tienes ropa? — poco a poco la fémina caminaba hacia la sala para luego ir a su habitación, comenzando a seguirla mientras le respondías tranquila, pero Shigaraki no hacia más que mirar tus pies manchados de sangre seca.

Al dejar a los tres solos, Dabi mientras guardaba aquella billetera que le habías entregado hace rato en el transcurso de camino al bar en la chaqueta, lo miró a su líder — por cierto, deberían también de anotar en su ficha que asesina sin problemas a cualquiera, de vez en cuando — acotó demaciado sereno y como si hubiese tirado una granada, se retiró de allí sin prisa, caminando hacia su cuarto y dejándolo solos como al principio a ambos muchachos.