- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~ Cambiamos de narración, no será tú, sinó ella por así decirlo xD ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
Viernes 1:45 PM
— ¡Aaahg! — gritó frustrada dejando caer su cabeza hacia atrás mientras cansada seguía corriendo. No era para nada buena corriendo, no mantenía la resistencia y era lenta, pero al saber que estaban robando en estos momentos su departamento, hacía mover sus pies casi involuntariamente a una velocidad un poco alta.
(...)
— ¿¡Deku!? — gritó Uraraka con confusión y asombro mientras veía al peliverde buscar algo en su mochila. — ¿¡que ocurre!? — dijo preocupada la de cabellos cortos. Deku seguía buscando hasta que pudo encontrarlo, su trajeta de identificación. La fémina entró en pánico y casi cae sinó fuera porque Iida estaba detrás suyo y la tomó de los hombros aterrado — OCHAKO — gritó directo tratando de que saliera de su trance. Esta lo logró y fijó su vista en él — ¿¡Deku, que piensas hacer con eso!? — miraba como el nombrado sacaba su celular y buscaba en sus contactos a una persona.
— no lo se y eso me preocupa — habló alfin el peliverde sin entender sus acciones — ¿saldrás de la Academia? — preguntó Iida sin creérselo. Midoriya se dió la vuelta a ver a sus amigos, estos se exaltaron al verlo tan decidido con el ceño fruncido y la boca nerviosa — no se iría así de la nada — ellos asistieron al saber que se referían de aquella fémina.
Habían acordado de que el chico se iría a buscar a aquella persona mientras sus amigos lo cubrían diciendo que se encontraba mal.
(...)
— ¡vamos, vamos, VAMOS! — aquella joven de cabellos (c/c) que volaban gracias al viento, se alentaba a sí misma, viendo cuanto le faltaba. — tengo que distrerlos — murmuró mirando con seriedad.
(...)
El muñeco que se encontraba en la habitación, destrabó la puerta para que después se cayera silenciosamente en el suelo. — muñequita~ — canturreo una muchacha rubia mientras entraba lentamente con entusiasmo por la puerta. Su sonrisa se desvaneció al ver como no había nadie, solo un cuerpo tirado en el suelo.
Lo inspeccionó y vió que no tenía vida — que lástima... — y puso sus brazos en la cintura mientras por detrás se asomaba una silueta grande — estaba segura de que escuché que había alguien aquí — habló desanimada mientras se daba la vuelta y miraba a su compañero de trabajo, un chico con parches morados y cabello negro carbón, que miraba la habitación detenidamente.
