- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Miércoles 07:07 AM
— osea que... ______ se irá? — preguntó entre sorpresa y amargura por decimonovena vez Himiko en toda la noche y la madrugada cuando recién se levantó por los nervios. Estaba con los codos apoyados en la mesa mientras Jin buscaba su chaqueta y billetera, aunque tuviera poco dinero. — eh? Que raro, no le dijiste muñequita — Twice notó la preocupación de su amiga de cabellos rubios cuando se dió cuenta de aquel pequeño detalle en ella. Fue hacia ella y miró con una media sonrisa el rostro deprimido de la colegiala. — tranquila Toga, en algún momento sabíamos que se iría. A mí también me tomó por sorpresa — y vió abajo un tanto triste, cambiando rápidamente de personalidad — pero! Luego recordé que no se irá para siempre — recalcó con confianza otra vez sonriendo emocionado y levantado su dedo índice hacia el techo, pensando dentro suyo que tenía la razón.
— la volveremos a ver en cualquier momento... Y si no estamos tan seguros, preguntale a ella — insistió un poco más calmado el rubio a la misma vez que ledeaba la cabeza intentando animar a su compañera. Himiko bajó la mirada pensativa aún con los párpados caídos y luego asintió con la cabeza en silencio — supongo que tienes razón... Cuando la vea se lo preguntaré —
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(...)
Aún siendo las siete de la mañana, todavía no había salido el sol, siguiendo oscuro el cielo y aún un poco frío sin el calor del sol. Tú habías despertado en el sillón sola, ya que anteriormente habías dormido con Shigaraki en la noche cuando nadie lo podía ver contigo. Te dió un poco de gracia saber que de la sorpresa que tenían todos menos Touya y Shigaraki por la nueva noticia, no te pudieron nisiquiera hacer preguntas, ya que solo habías explicado que era momento de regresar a la Academia UA.
Miraste por la ventana y las estrellas desaparecían lentamente conforme se aclaraba a duras penas el bello cielo despejado sin ninguna nube interponiendose por en medio. Bostezaste viendo a tu alrededor, sintiendo la falta del calor corporal de Tomura, gruñiendo levemente a regañadientes, hasta que despabilaste tú sola dándote cuenta de tu situación actual.
