- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Martes 05:35 PM
— ¿dónde carajo estas? —
*RING* *RING*
— SE ACABÓ EL TIEMPO, KACCHAN! — salí de un arbusto feliz mientras tenía la mano estirada hacia arriba y sostenía mi teléfono, dónde sonaba por la alarma.
— ¡¿QUE?! — lo escuché mientras comenzaba a maldecir. — TE DOY 50 SEGUNDOS, SOY GENEROSA! — hablé con burla mientras comenzaba a caminar tranquila. — más vale seas rápida! — se le escuchaba animado, al parecer le agradó el juego!
Al acabar de contar con rapidez moví mis dedos índice y corazón hacia adelante. A los pocos segundos detrás mío apareció mi modelo 5. Esto sería pan comido.
Me senté tranquila en el suelo, mientras cerraba mis ojos y apoyando los dedos en la tierra comencé a mover estos bruscamente hacia el frente como si estuviera dibujando en la tierra. Eso me facilitaba más las cosas.
Naturalmente para no gastar tanta energía, mi kosei hacía mover a los seres vivos cuando yo me movía, como cuando el rubio egocéntrico de la clase B controló a su compañero la primera vez que usó su singularidad en mí, movió su brazo y el del otro también al mismo tiempo.
Poco a poco fuí mejorandolo, moviendo solo mis dedos en el suelo, ya que me lo imaginaba mejor a la situación, luego sin necesidad de tocar el suelo y por último sin necesidad de moverme en lo absoluto.
Esta vez decidí mover un poco mis dedos deslizándolos en la tierra, últimamente estaba usando mucha energía, más con los robos de mis modelos fuera de la academia.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~ Desde ahora, lo que narra nuestra bella rayis, es desde la perspectiva del modelo número 5 que controla. (｡>﹏<｡) ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
Comencé a correr mientras otra vez observaba todas las plantas que podía, tratando de memorizar su aspecto y forma.
— Nee~ Nee~ Katsuki! Cuanto tiempo creés que puedo estar buscandote? — hablé animada con un poco de entusiasmo, mirando a todas partes con la esperanza de encontrarlo. No respondió... Al parecer se quedó pensando porque una voz masculina hablaba con tanta tranquilidad.
— JÁ! CON QUE USAS A TUS SUCIAS MARIONETAS — al fin pude escucharlo en un tono que era obvio que quería molestarme. — nunca acordamos las reglas — cerré mis ojos y me concentré un momento...
