Capítulo CXVII: Ensayo

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Domingo 08:04 AM

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Domingo 08:04 AM

— ¿qué me pasa? — y viste el techo molesta — ¿no se supone que ya tengo que dejar de pensar en molestias? ¿¡Cuando se acabará!? — te levantaste bruscamente enfadada y tiraste las sabanas al suelo luego de arrancarlas de un tirón de la cama.

Diste un grito de enfado un poco silencioso mientras salatabas para no intentar distraerte y no querer golpear algo. Tomaste nuevamente nerviosa las sabanas y empezaste a hacer tu cama.
Comenzabas a sospechar que estabas enfadada y de mal humor por que quizás Todoroki no había despertado junto a tí.

Te alistaste, te bañaste y te cambiaste con una sudadera que había dejado Todoroki días pasados y que se había olvidado de llevar a su dormitorio. Era una simple y nadie notaría que era de él; y como estabas vaga y tampoco tenías tantas ganas de alistarte para un domingo, tan sólo te pusiste aquello y unos shorts comodos para el día, que no estaba tan caluroso para morirse pero tampoco tan frío.

Al abrir tu puerta oíste una batería. Estaba sonando muy bien. Te gustaba oírla. Caminaste hacia el ascensor mientras pensabas si podía haber algún postre escondido en el fondo del refrigerador hecho por Sato, lo cual era bastante probable. Tus manos estaban ocultas en los bolsillos de la sudadera y tu pie izquierdo de a poco golpeaba rítmicamente al compás de la batería que mientras bajabas cada vez se escuchaba más cerca e intensa.
Era rápida y llevadera.
De seguro pensaste en que fue un ritmo que Jiro recomendaría tranquilamente a la hora de escuchar música.

El ascensor abrió sus puertas y al fin llegaste a salir hacia el pasillo. Ahora caminabas con estilo y con ritmo hacia la cocina, o bueno, creías que ibas con estilo pero al poco tiempo recordaste que no ibas con las mejores pintas y que aún seguías confundida de porque llegaban esos recuerdos de Haruka a tu mente.
Al fin llegaste a la sala de estar que se compartía a un lado con la cocina, pudiste ver a Bakugo con una brillante bateria en él.
Retrocediste un paso y cuando tu pie que iba hacia atrás tocó el suelo, saliste corriendo a tu habitación nuevamente.

— debo llevar la cámara a todas partes, sin importar qué — te repetías una y otra vez a ti misma mientras sonrojada y con una sonrisa divertida ibas a toda prisa a por la camara de tu habitación. Jamás habías hecho el recorrido desde tu habitación a la sala de estar tan rápido como ese día, no estabas tan agotada por el movimiento sinó por el rubió cenizo quien estaba con el ceño fruncido mirando con seriedad los palillos que sostenía con firmeza pero dejaba caer sobre el platillo con fluidez.

Al llegar prendiste la camara y no dudaste ni por un segundo en grabarle desde lo lejos, al menos hasta que se diera cuenta de que estabas allí.

My Plus Ultra  (Chicos De Bnha y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora