- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Miércoles 02:33 AM
Tomura Shigaraki iba por la quinta taza de café de la noche. Estaba realmente malhumorado al no poder dormir, teniendo que sufrir el insomnio. "No creí que me costaría tanto" Pensó al mismo tiempo que terminaba de marcar en el mapa el trayecto por recorrer por unas horas más tarde luego de que su equipo descansar en un estacionamiento abandonado al lado de un inmenso local de electrodomésticos viejos y usados. Tiró la lata de café y fue a buscar otro en la máquina expendedora.
Mientras buscaba más monedas brillantes de plata en sus bolsillos de la sudadera, sintió en sus dedos el arrugue de un papel pequeño. Lo sacó y vió discretamente tu número de teléfono. Largó un leve suspiro por la nariz e intentando ignorarlo, encontró el dinero y lo empezó a introducir en la máquina que iluminaba su rostro. Mientras la lata caía frente a él, miró el cielo estrellado y frío, consiguiendo que el vapor de su aliento saliera de su boca y se dispersara en el aire, llevándoselo el viento.
"Ah... Mañana debo regar esa planta"
Y otra pequeña porción de vapor salió de entre sus labios, para después sentir como su corazón latía con más rapidez que antes al recordar cuando le insististe en cuidar esas margaritas.
(...)
Al final, el rubio cenizo terminó por contradecirse. Acabaste en su cama, descansando plácidamente mientras te movías de vez en cuando, hasta que Bakugo gruñó entre sueños molesto por tus movimientos constantes "que inquieta es..." Molesto, te empujó contra la pared y él se acomodó boca arriba en medio de la cama, empezando a bostezar con pereza. Las sabanas estaban calentitas y gracias a la calefacción de la habitación, no había necesidad de llevar más mantas a la cama para ayudarlos con su temperatura corporal.
Le sorprendiste al adolescente de iris rojos ya que de un solo movimiento incómoda, diste la vuelta sobre él y terminaste encima suyo boca abajo, estampando tu oreja en su torso. Katsuki estaba tan cansado que cuando estaba a punto de gritarte y patearte de allí, sus párpados ya estaban cerrandose, mientras un brazo acababa en su almohada.
— Mhhg~ — diste un leve suspiro ruidoso mientras te movías hacia tu izquierda, consiguiendo que empezaras a caer del cuerpo del joven, para luego él percibiera que te estrellarías contra el suelo frío. Rápidamente extendió su brazo, dejándose notar sus músculos duros y marcados, que nadie pudo apreciarlos (lamentablemente) por la oscuridad de la noche. Te tomó de la cintura como si nada aún un tanto dormido y antes de que te despertaras y empezaras a hacer alboroto, te devolvió otra vez encima de él. Oyó tus leves quejidos, pareciera que ibas a despertarte, pero queriendo evitarlo para así siguieran durmiendo sin interrupciones, tomó la sábana y te tapó hasta la espalda alta, posicionando sus manos allí para que sintieras que no había nada de que alterarse.
