Capítulo LXXVIII: Mejorando

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Domingo 08:25 PM

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Domingo 08:25 PM

— genial... Y ahora qué? — preguntó el pelinegro un tanto molesto al momento de verte dormida delante de él.
Mantenías la respiración tranquila y larga.
Desvío la mirada unos segundos hasta que al fin se decidió.
Se iba a ver estúpido, pero no seguiría manteniendote de pie. Aún no podía creer hasta donde podía llegar tu sueño.

Te acercó más a su cuerpo y tomó leve aire. Sus manos recorrieron rápido desde tus hombros, siguiendo por las caderas y llegando hasta tus muslos. En un pestañar ya te tenía cargada sin problemas, eso si, le parecía extraño que le causara comodidad tu aroma tan cerca.
Abriste los ojos levemente por tal movimiento brusco, logrando que lo tomes del cuello entre confusión y sueño.
— gomen, usé... — y bostezaste lentamente, cerrando tus párpados de a poco — mi kosei por un buen tiempo —

 — y bostezaste lentamente, cerrando tus párpados de a poco — mi kosei por un buen tiempo —

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— ... —
Decidió quedarse callado aquel chico de cabellos carbón, comenzando a caminar hacia la sala.
Al llegar al bar, pudo oír como había gente en la sala. Risas y pasos.
"Genial..."
No pensaba soportar bromas estúpidas y molestas acerca de que te llevara de esa forma al sofá, además despertarías entre tanto ruido, y como siempre dice él:
"Sería un gran problema que te despertaras a molestar"
Regresó a la cocina y salió por la ventana, que daba al patio trasero pequeño que conducía directamente al pasillo con las habitaciones.

Cada paso que daba, implicaba el sentir de tu respiración cerca de su cuello. No le incomodaba, solo que se le erizaba levemente la piel al sentirte tan cálida. Al abrir su puerta, la cerró de espalda con una leve patada. Corrió un par de ropas de la cama que se encontraban allí hace unos días y te recostó en ésta que estaba bien tendida. Pensabas que era desordenada como la de Toga. Un poco si, pero la cama siempre estaba bien hecha.

No fue sorpresa que te aferraras a la almohada en tan solo minutos luego de que te dejara en el blanco colchón fino pero cómodo hasta cierto punto.
Se perdió en tus pestañas, tanto que ni cuenta se daba que estaba sentandose lentamente en el borde de la cama, cerca de tus piernas. Siguió recorriendo con la mirada hacia la almohada, que con tus manos la mantenían sostenida.

My Plus Ultra  (Chicos De Bnha y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora