- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Domingo 11:00 AM
Serviste una pequeña taza con té y en un pequeño plato, unas galletas compradas ya abiertas de sabor vainilla un tanto rotas que fueron ofrecidas por la rubia. Al apoyarla en frente de Jin, éste agradeció al instante mientras sentía el calorcito del vapor llegar a su rostro — arigato! — dijo mientras giraba su cabeza a ver cómo suspirabas mientras tomabas asiento en la silla de al lado, dejandole una taza de té también a la rubia — perdonen, tenemos galletas gracias a Toga — la señalaste de manera frustrante por la situación — las compre hace unos días~ están un poco rotas, lo siento — y dedicó una amplia sonrisa tomando la taza.
— sería mejor y hasta creo más económico cocinar galletas que comprarlas en un 24 horas, pero me estoy quedando sin ingredientes para cocinar desde la última vez que fuimos a comprar — y le diste un sorbo a tu té — entonces ve a comprar — te sorprendió la voz desgastada de Tomura que recién acababa de entrar al bar, mirandolos sentados en una mesa mientras tomaban algo caliente por la mañana.
Tu rostro se iluminó, comenzando a sonreír ampliamente mientras la emoción desbordaba en tí — ¡quieres decir que puedo ir so— no te dejó acabar que él se adelantó — claro que no vas a ir sola — y mientras acomodaba su abrigo, dió media vuelta para verlos a los tres — si van a comprar estupideces, no gasten el dinero que tienen, pronto podríamos quedarnos sin nada — Himiko sonrió asintiendo con la cabeza y volvió a tomar de su té — vuelvo en un par de horas, no la saquen sola — te reíste al ver cómo Twice actuaba como un militar y llevaba su mano a su frente.
Al dejarlos solos a los tres, Himiko te tomó de las manos y las acercó a ella entusiasmada — muñequita, dame tu sangre! — y alejaste la mano de ella, rehusandote a su petición — claro que no, no te bastaba con querer que te controle? — ella negó al instante — también quiero tu sangre~ por favor~ — rogaba un tanto entristecida pero aún con la insistencia presente mientras Twice se sorprendía — tus peticiones son realmente oscuras, Toga — tomó sus propias mejillas impactado — bien, pero sólo un poco — ambos se sorprendieron mientras buscabas tu llavero pequeño en el bolsillo de tu abrigo — NO! ¡espera! — sus manos enfrente de tu rostro te alarmaron, logrando que te detuvieras y levantadas la cabeza a verle.
— si vas a darme sangre, quiero extraerla y guardarla! —
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