- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Miércoles 7:45 AM
Tus ojos se abrieron al instante, parecia que del susto. Te sentaste rápidamente, ya que no sentías que habías despertado, aunque si lo habías hecho.
Lo primero que hiciste luego de sentarte, fue darte un pellizco en el brazo, no dijiste nada, aunque sentiste dolor. Estabas sudando a más no poder, cualquiera diría que estabas llevando cosas pesadas en pleno verano con solo verte. Miraste tus mano, estas estaban temblando. Te levantaste al instante y caminaste hasta tus muebles, tomaste la primera sudadera que viste y saliste con las piernas un poco temblorosas de tu habitación.
Tu respiración estaba un poco agitada, trataste de callarte mientras te subías al ascensor.
Habías llegado al comedor y sin más fuiste a la cocina para abrir el refrigerador, y tomar agua de a largos tragos, de alguna forma te calmaba, te limpiaste los labios mojados con la manga del abrigo y fuiste a sentarte en el sofá. Te abrazaste las rodillas y del sueño dejaste caer tu cabeza en estas - que molestia... - recordaste el sueño de mal gusto.
Levantaste la cabeza otra vez y decidiste levantarte. Saliste del edificio y te sentaste en los pequeños escalones. Pero en el momento en que estabas por suspirar tranquila, miraste con atención a Midoriya entrenando a unos metros de distancia tuyos. Estaba dando patadas al aire, se veía bien para tí, usaba bastante fuerza.
- Deku - lo nombraste sin pensar un segundo, el chico se dió la vuelta y se sorprendió al verte allí - _______ - y sonrió mientras caminaba hasta tí. - Buenos días, chico lindo - cerraste los ojos mientras sonreías, él se sentó a tu lado con un rubor notorio en su nariz.
- ¿entrenando?- el peliverde asintió ante tu pregunta. - realmente te esfuerzas por ser más fuerte - alzaste una ceja al ver que iba encerio - es que... Realmente quiero serlo -
- si ya lo eres - tu rostro era sin gesto alguno, pero decías la verdad - arigato, _______... Pero necesito serlo más para poder llegar a ser un héroe - asentiste riendo al notar su entusiasmo en esas palabras, mientras juntaba sus puños ilusionado. - ¿tú no entrenas? - negaste sonriente mientras mirabas el camino de cemento hacia los dormitorios.
- ya no, hace tiempo lo hacia... Pero ahora ya no tiene sentido - y recordaste a alguien, el peliverde observó tristeza en tus ojos, eso lo hizo confundir, pero negaste otra vez y te levantaste. - Nee~ ¡pero al ver entrenar a un chico lindo me hizo querer hacerlo otra vez! - tu expresión cambió a una realmente energética.
