- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Viernes 01:08 AM
Luego de haber pagado, caminaste animada hacia una pequeña plancha donde a su lado se encontraba un microondas y un dispensador de agua caliente. Abriste con los dientes todos los paquetes y pusiste de a poco algunos en la plancha. Por más que quisieras, todos no alcanzarían a entrar, así que esperaste a que la primera ronda caliente para luego adentrar a los demás, que se encontraban en la bolsa con las bebidas dentro a un costado de tus pies.
Mientras tanto, el joven observaba cómo tomabas servilletas grandes a un costado en una pequeña barra donde había cubiertos de plástico entre otras cosas para facilitar al momento de comer allí nomas, inclinando y estirando el brazo hasta tu objetivo. Observaba a través de la vidriera si había alguien, pero nadie, nisiquiera un cuidado tranquilo.
Se encargaron bien para quedarse en uno de los pocos casi nunca transitados lugares de la ciudad.
Ya ibas por la segunda tanda, así que fuiste cubriendo rápido los emparedados calientes casi quemandote, en las servilletas, metiendolas en la bolsa, esperando a que se terminasen de dorar las demás. — uy... — murmuraste un poco torpe mientras cerrabas los ojos un tanto triste, logrando que Shigaraki te viera como encurvabas la espalda un tanto decaída — olvidé cual es cual... — casi rueda los ojos al oír el motivo de tus quejas, por lo que simplemente se quedó en silencio esperando impaciente, rascandose con una mano el cuello.
Volteaste igual de impaciente que él, solo para verle — Nee~ Nee~ chico lindo — te dirigiste al contrario con cero vergüenza, mirándolo tranquila y un tanto aburrida, éste un tanto desconcertado fijo sus ojos en los tuyos, a través de sus cabellos obstruyendo toda la vista de tus ojos hacia los suyos. Al verlo un tanto sorprendido debido a la velocidad en la que subió la cabeza a verte, simplemente diste una pequeña risa mientras le sonreías y dabas la vuelta, volviendo con los emparedados.
Aquel pequeño acto provocó que se frunciera el ceño del mayor y se rascara un poquito más rápido el cuello, pero disminuyendo la intensidad de a poco al momento de oír como abrías la plancha para tomar los emparedados. Te tomaste un minuto en arreglar todo, hasta que diste media vuelta y sonreíste animada. — iku? — como respuesta solo se fue retirando de la tienda con un poco de rapidez.
Al salir a su lado, te quedaste parada a un costado de la tienda contra la pared. Cuando dejó de oír tus pasos, sospechó que ya estabas huyendo, dió media vuelta rápidamente y... Simplemente estabas buscando las bebidas, sacando dos de éstas. — toma — le ofreciste la lata ya abierta de la bebida fría, extendiendo ésta hacia él, mientras solo se quedaba quieto sin decir nada. — ya la abrí, es un desperdicio si no la tomas — un tanto fastidiado se acercó y tomó la lata, apoyándose a una distancia tuya un poco grande contra la pared.
