- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Sábado 02:40 PM
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~ Vuelvo a la narración que usualmente hago(❁´◡'❁) ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
Había algún tipo de escapatoria? Si, tal vez. Habías puesto en práctica hace años varias llaves y técnicas para salir de agarres de ese tipo. Y vaya cuantas veces, pero como estúpida despistada solo te quedaste observando la cara aterrada de Kirishima y la perpleja de Bakugo, mientras por detrás de tí oías la "bella" risa de la rubia que sonrojada observaba tu nuca.
— veamos... Una pequeña cortada hará que todo se vuelva más lindo — volviste al problema tuyo con esa otra mujer. Estabas por hablar pero pasos tranquilos por la calle hacían que todos voltearan tu izquierda más que inquietos. — eh? — con suerte largó aquello de sus cuerdas vocales Himiko para después ver cómo su compañero aún con la máscara puesta caminaba hacia ustedes.
Ambas lo miraban con cara un poco aburrida — que haces? — su tono era molesto y poco educado, Toga contesto emocionada — vamos, ya la tengo, solo dejame hacerle una mínima cortadi... — de un golpe en la mano pequeño pero eficiente, Dabi logró que el cuchillo que tenía en mano cerca del cuello tuyo, cayera al suelo y tomara a su compañera del cuello de sus ropas.— solo dijo llevarla, no dañarla — ahora la dejó a un lado suyo de pie casi haciéndola caer debido a lo brusco que la soltó y tomó tu cuello desde la nuca, presionando un poco, logrando que te moleste. Toga fruncía el ceño enojada pero lo dejó pasar, por ahora.
— OE OE OE OE! — los tres voltearon a ver enfrente tuyo. Bakugo estaba corriendo a una velocidad que te impresionó mientras parecía molesto. Más de lo usual, su cara parecía seria y verdaderamente aterradora. — ahora se la quieren llevar a ella?! — antes de que llegara a ustedes, el de cabellos negros alzó su mano a un lado de tu cabeza, tocando su antebrazo con tu oreja, sintiendo un fuerte aroma. Esa colonia que habías sentido horas antes de todo éste embrollo. Su mano comenzaba a liberar leves, muy leves y diminutas chispas azules.
Abríste los ojos ampliamente al saber que haría. Olvidaste la gran presión de su mano en tu nuca, olvidaste en las posibles cenizas en las que te podrías convertir si te movías aunque sea un milímetro y...
Olvidaste por un momento tu vida, solo por la del rubio.
Tomaste alarmada con el ceño fruncido la muñeca del chico de cabellos negros y miraste a Katsuki entre la desesperación y la preocupación. — ¡KACCHAN, CORRE! — tu voz desgarrada y áspera llegó a los oídos del nombrado y al instante se detuvo, admirando tu gesto con el ceño fruncido mientras tomabas la muñeca del Dabi, que en estos momentos ya estaba creando una llama azul. Al instante la dirigiste a tu izquierda.
