- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Jueves 10:59 PM
Veías sus pestañas brillantes, embobada por el aburrimiento que provocaba el silencio en la habitación, mientras a un lado la rubia yacía caída en el suelo, pero, a diferencia del muchacho, ésta no tenía cadenas en sus extremidades.
— sight — Apoyada la barbilla en la mano y el codo en tu rodilla, giraste a ver aburrida al muñeco caído en el suelo, mientras escuchabas los leves quejidos del pelinegro, pronto despertaría. Tu modelo rápidamente se levantó, mientras que para menor esfuerzo en ejecutar tu Kosei y para mucho menos dolor de cabeza o sueño en unas horas, levantabas dos dedos conforme lo hacía el modelo 19.
— no quiero otro modelo incinerado, sería un fastidio —largaste una mueca de desagrado y abríste la puerta, te asomaste y al verificar la ausencia de villanos dentro del pasillo,la contrariasaliótranquila, cerrando la puerta y dejándose caer en el suelo una vez acomodada contra la pared ya que luego sería la guardia para el de cabellos negros.
Aún con la vista en el muchacho, seguías viendo cada facción del rostro, ahora si podría estar bajo tu control en cualquier momento. Acomodaste su cabello hacía atrás para verle mejor, para cuando terminases bajara de a poco tu mano hasta su mejilla y mandíbula, tocando con delicadeza las grapas médicas.
Ni siquiera lo mirabas con asco, simplemente curiosidad, sintiendo la piel más delicada en la parte quemada y morada. "Hasta donde llegará...?" un poco... Descortés y sin ninguna duda empezaste tocar su cuello, pero acabaste al ver el inicio de su camisa y chaqueta. Frunciste el ceño un poco disgustada, pero volviste a la mirada indiferente cuando captaste los quejidos otra vez y sus pestañas moverse de a poco.
Sus ojos se abrieron tranquilos mientras trataba de moverse, pero las cadenas impidieron todo movimiento libre mientras volvías a apoyar tu barbilla en la mano y el codo en las rodillas, estando a poca distancia de su rostro, aun agachada y el sentado. Al levantar la vista se encontró con tus ojos vacíos, esos que le llegaron a dar la sensación de una pequeña descarga eléctrica.
— tranquilo, ya te ví. Así que si tratas de prenderme en llamas, me aseguraré de que estés tú incinerado primero — aclaraste primero que nada las "condiciones" mientras Dabi paraba de crear leves llamas en sus manos, apagandolas en un instante mientras oía tu voz ronca y calmada, especulaba que no harías alguna idiotez.
— igual, no te preocupes, creo que tu esclavización durará menos de una hora, estoy teniendo hambre y tengo que ir a comprar algo — empezaste a acercarte a los bolsillos de sus pantalones despreocupada y con mínima intención de... Algo más que simplemente revisar si tenía algo que era de tu interés. — no tengo dinero en mano, tienes? — consultaste curiosa, metiendo las manos dentro de los bolsillos.
