- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Sábado 05:00 PM
Habían pasado todo el día de un lado a otro, probando y visitando todos los puestos que habían en el Festival Cultural. Todo era risas y diversión, hasta pareciera que tu llanto nunca existió. Fue un desahogo realmente llevadero, a veces lo recordabas al joven y no podías evitar llenar tus ojos de lágrimas, aunque no derramaste ni una.
Conociste a Eri y llegaste a la conclusión de que era una niña que había pasado por mucho. A veces hasta retrocedía del miedo cuando alguien se le acercaba demaciado bruscamente, abrazando el oso de peluche regalado por tí.
— Eri, Aizawa-sensei me está llamando junto con Mirio, puedes venir con nosotros o quedarte con ____, como tú quieras — se inclinó el pecoso para que la oyese la menor de cabellos largos.
Tú estabas de espaldas mirando desinteresada como un grupo de estudiantes probaban en puesto con pistolas de agua. Estabas analizando los premios, si valían la pena o no para llenar nuevamente tus manos de premios junto con las de Eri inclusive. T
e era divertido ver la cara de los encargados del puesto cuando arrasabas con toda la estantería de premios.
Una risilla malévola salió de entre tus labios, pero sentiste la pequeña mano de alguien tomarte muy delicadamente, siendo tímida en su tacto.
Curiosa bajaste tu cabeza y allí la viste.
— ¡me quedo con _____-chan! —
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Sonreíste de lado y relajada tomaste más firme su mano, empezando a caminar junto con ella lejos de ambos muchachos, viendo sorprendidos como la niña se había apegado tanto a tí en tan poco tiempo. — cuidado, no tropieces — dijiste monótona apuntando una piedra salida del suelo y ella lo esquivó rápida sin problemas, tampoco siendo intimidada por tu voz ronca y seria.
