Kian
Estoy terminando de escribir unas cosas en mi computadora, cuando oigo que entra Marlon. Me mira con sorpresa.
- ¿Todavía estás aquí? - me pregunta.
- ¿Dónde más estaría? - digo con mi vista en la pantalla, aún escribiendo.
- ¿Acaso no es está noche esa estúpida fiesta? - me pregunta.
Levanto la vista rápidamente. - ¿Hoy que días es? - pregunto.
- Jueves. - dice.
- Oh, mierda. - digo parándome rápidamente. - Hazme un favor. Llama a la casa y que me traigan el traje aquí. Iré a ducharme. Y pregúntale a Hardy a donde diablos debo ir a buscar a la chica que me consiguió.
- ¿Ahora soy tú secretaria? - dice con sarcasmo.
- ¡Ve! - le digo.
Pone los ojos en blanco y sale.
Comienzo a despender los botones de mi camisa, mientras me dirijo al baño.
Después de ducharme, salgo y encuentro mi traje y zapatos sobre la mesa.
- ¿Algo más patrón? - dice Marlon son cierto sarcasmo.
- No, para ser mi no secretaria lo haces muy bien. - digo burlón.
Me muestra su medido medio. - Un mensaje de Hardy.... Dice que si llegas tarde te matará, y no en un sentido figurado, sino literalmente.
- ¿Debería estar preocupado? - digo mientras me pongo la camisa. y prendo los botones.
- Después de tantos años entre nosotros, no me extrañaría que se empiece a contagiar. - dice.
- ¿Le preguntaste sobre la chica?
- Tú cita llego junto con la ropa, te espera en un auto afuera. - dice.
- No es mi cita. - digo molesto, poniéndome el pantalón de vestir negro.
- No critico. - dice. - Solo que no pensé que era tú estilo.
- Solo le pedí una cara bonita que me sirva de accesorio. - me pongo el saco.
- Pues, es bonita.
- Después del evento es toda tuya si la quieras. - digo, mientras me calzo los zapatos negros y brillosos. Noto que me falta ponerme el moño. - Odio estás cosas y no se ponerlas.
- Deja que te ayude. - dice acercándose.
- No, olvídalo, así estoy bien. - digo. - De todas formas no me gustan.
Me extiende mi petaca. - Te la llene. - dice.
La tomo. - Gracias. - digo. - No sobreviviré la noche sin esto, a menos que pueda dispararle a alguien, lo que no creo que suceda.
- Suerte, la necesitaras. - dice.
Le doy un trago a la petaca y me la guardo en uno de los bolsillos internos del saco.
Salgo por la puerta trasera del asilo y veo el auto negro estacionado.
- Buenas noches, señor Marshall. - dice Braxton, quien está parado al lado del auto.
- Hola. - digo. - Vamos, que se hace tarde. - él abre la puerta del conductor y entra.
Yo abro la puerta de atrás y me adentro al vehículo.
- Andando. - digo.
El auto comienza a andar. Todo el silencio, cuando recuerdo lo de la estúpida acompañante. Miro a mi costado, para echarle un vistazo. Al verla me llevo una gran sorpresa.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...