Capítulo 58

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Kian

- Bien, ya saben todos que hacer. - digo. 

- Yo me quedaré con Eric aquí, hasta que vengan. - dice Hardy.

- ¿Qué? ¿Te vas a quedar preocupado mami? - dice Hayes divertido. 

Hardy le responde mostrándole su dedo medio. 

- Vayan a preparar los equipos y las armas. - les digo. - Que estén todos listos, tenemos que hacerlo rápido, quiero que para el amanecer el tema este enterrado. ¿Fui claro?

Asienten. Eric con Hardy se van hacía la sala de las computadoras. Alessio, Marlon y Hayes se dirigen hacia la sala de los armamentos. Galadriel está por caminar detrás de ellos, pero la detengo tomándola del brazo. Ella me mira. 

- ¿Qué sucede? - me pregunta. 

- ¿Estás segura de que quieres ir? - le digo. - Eric descubrió que es un grupo numeroso, será como un campo de tiro. 

- No te voy a mentir, estoy asustada. - dice. - Pero, quiero hacerlo. Si lo pienso tanto nunca estaré lista. 

- Está bien... - digo no muy convencido. 

- ¿Acaso hay otra cosa que te preocupa? 

Touché. 

- No. - me apresuro a decir. 

- Kian... 

Suspiro. - No se si quiero que veas una de las partes más oscuras de mi vida. - digo. - Disparando sin pensar, sangre por todos lados, el ruido ensordecedor de los disparos.... Yo en mi versión más mala. O al menos la versión suave, puedo ser peor. 

- Siempre me detuve a pensar en eso... - dice. - Te imaginaba en distintos escenarios, haciendo cosas terribles, como esas veces que te vi disparar sin que te temblara la mano. 

- No es lo mismo imaginarlo, que verlo en persona. 

- Lo sé...  - se queda observándome en silencio por unos segundos, que me parecen eternos. Pone sus manos en mi rostro y me mira directo a los ojos, con esa mirada firme, pero aún así con esa ternura. - Quiero... Dime todas las cosas terribles que alguna vez hiciste... y déjame amarte de igual forma. 

Diablos. No creo nunca poder merecerla. 

Paso mis manos por su cabello. 

- Yo... - comienzo a decir, pero las palabras no salen de mi boca. 

- Podemos hacer una especie de trato. - dice. 

- ¿Qué trato? - pregunto con curiosidad. 

- No estaré en el ataque...

- Pero...

- Pero, iré. - dice. - Quiero verlo. Necesito verlo. Probarme a mi misma. 

- ¿De qué? 

- De hasta donde soy capaz de llegar. 

- Me parece bien. - digo. 

- ¿Un ultimo beso para cerrar el trato? - me pregunta con una sonrisa picara. 

Lanzo una risa y dejo un beso en sus labios. 

- Vamos. - digo. 

*****

Nos subimos a los vehículos y conducimos hacía la zona donde Eric logro rastrearlos. Es un área alejada de la ciudad, por lo que solo hay depósitos y conteiners. Detenemos los autos en la entrada, para no llamar tanto la atención y nos bajamos. Todo está en silencio y tranquilo, no se puede ver a nadie.

No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora