Galadriel
Abro mis ojos al sentir sus labios posarse en mi mejilla.
- Buenos días, ojos bonitos. - me susurra al oído.
- Buenos días. - digo. Me siento y observo que ya se encuentra vestido, con uno de sus trajes.
- Tengo que irme más temprano hoy, tengo muchos negocios pendientes antes de que nos marchemos.
- Está bien...
- No me tardaré, vendré para el almuerzo. - dice. Asiento.
- No me has dicho cuando nos vamos.
- En una semana. Roman ya tiene nuestros pasajes y documentación. Así que no te preocupes.
- Bien.
- Ten un buen día. - me dice con una sonrisa y sale de la habitación.
Me vuelvo a acostar, mirando el techo.
Una semana.
Una semana y no hay vuelta atrás...
Quisiera decir que me levante de la cama, me vestí y baje a desayunar, para luego hacer algo productivo como practicar mi ruso. Pero, estaría mintiendo. Porque lo que hice fue sacar su carta y releerla una y otra vez, mientras sigo acostada en la cama con nudo en mi estomago que hace que me cueste respirar.
Y así me quedé... por horas.
Cuando noto que la hora de almorzar se acerca, decido que ya es momento de dejar de ser tan idiota y levantarme de la cama. Y una vez que termino de vestirme, bajo.
Estoy terminando de bajar las escaleras, cuando veo que Andrey entra junto con Roman.
- Hola Roman. - digo al cruzar nuestras miradas.
- Hola Galadriel. - dice observándome con esos ojos verdes tan extraños e inquietantes.
A pesar de que siempre se ha mantenido políticamente amable, siempre me ha trasmitido una vibra muy mala. Muy siniestra. Esa clase de vibra que hace que te recorra un escalofrió por todo el cuerpo, y no precisamente de esa escalofrió placentero.
Muchas veces, mi inconsciente me traiciona y no dejo de oír en mi cabeza la voz de Alex diciendo, "Si te da miedo Roman, con él tío no volverías a dormir." Aún no conozco el lado más malo de Andrey y el solo hecho de pensarlo ya me quita un poco el sueño. Ya se que yo elegí esto, pero es que...
¿¡Qué diablos sucede conmigo!? Eso es otra pregunta que abunda bastante en mi mente, sobre todo cuando estos sobria. La primera vez bueno, yo no lo elegí, fue algo que me paso. Ya está vez yo misma me lo busque, yo misma elegí quedarme.
- ¿Almorzamos en el balcón? - dice Andrey, haciendo que regrese a la realidad.
- ¿Acaso te me quieres proponer de nuevo? - digo divertida.
Él ríe.
- Felicitaciones, por cierto. - dice Roman.
- Gracias. - digo seria, pero amable.
- Supongo que, bienvenida al clan Vólkkov. - dice y puedo notar algo de falsedad en su tono.
¿Cuál es el problema con todas las manos derechas barra sicario de ellos? Primero Hayes, ahora este sujeto. ¿Será parte de su trabajo tener que odiarme?
- Gracias, ansió ser una Vólkkov. - digo. No se si "ansió" es la palabra, pero me parece la mejor para fastidiarlo.
Veo que Andrey tiene una sonrisa al oírme decir eso. Él si que los ansia.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...