No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)

Capítulo 78

Kian

Abro mis ojos y puedo ver que ya es de mañana.

Me sorprendo cuando me percato de que el otro lado de la cama está vacío, y me sorprendo aún más, cuando la veo sentada en la silla que está en una esquina de la habitación. Me observa desde ahí, aferra sus piernas contra su pecho. Noto que su mirada pareciera más "normal" y no tan desorientada como anoche. 

- ¿Qué sucede? - pregunto extrañado, sentándome. - ¿Por qué estás ahí sola? 

- Quiero estar sola. - dice con su semblante serio y su tono de voz neutro. Su rostro al igual que su voz no refleja ninguna emoción. 

- ¿No quieres...? 

- No. - me interrumpe seca y algo brusca. - Solo quiero estar sola. 

Asiento y me levanto de la cama. 

- Si necesitas algo, yo estaré abajo, le diré a Ruby que...

- ¿No entiendes el significado de sola? - dice. - No quiero ver a nadie, ni hablar con nadie, ni que nadie me de vueltas alrededor. Necesito espacio. 

- Está bien... 

Salgo de la habitación y justo Jude sale de la suya. 

- ¿Cómo...?  - comienza a preguntarme. 

- Me pidió que la dejáramos sola. - lo interrumpo. - De igual forma, tú tienes que ir a la escuela. 

- ¿Tengo qué? - dice desanimado. 

- Si. No querrás que ella se enfade por que no fuiste. Sabes que te regañaba cuando no querías ir. 

- Bueno...

Los dos bajamos las escaleras juntos. Veo que Hayes entra por la puerta principal. 

- Hola renacuajo. - le dice Hayes a Jude. 

- Hola Hayes. - dice Jude con una sonrisa desanimada y va hacía la cocina. 

- Está algo desinflado. 

- Si, aún no logro ver a Galadriel. - digo. 

- ¿Todavía no te ha dicho nada?

- Solo que la deje sola y que le de espacio. - digo. - Y muy a mi pesar, tendré que hacerlo. No quiero sofocarla y alejarla aún más. Iré para el asilo, pero no quiero que quede sola... - quedo pensativo. - Le daré una nueva tarea a cachorrito...

- ¿¡La dejaras con cachorrito!?

- ¿Y que otra opción hay? Por como pinta la cosa no querrá a ninguno de nosotros cerca, seguro que el niño no le molestara. Le agradan los niños. 

- Si quieres puedo reforzar la seguridad de la reja de la entrada. 

- Eso sería genial. 

No dejaré que nadie la vuelva a lastimar.

******

Galadriel

Sigo mirando a la pared. Esa pared con esas siluetas negras en formas de pequeños pájaros. Lo veo tan lejano a ese momento. Me veo tan lejana de esa Galadriel.

Me siento como una extraña dentro de mi propio cuerpo. Sigo sintiendo esa incomodidad, ese malestar. A pesar de tener puesta ropa, me siento desnuda. Extraño su roce, quisiera que estuviera abrazándome, como solía hacerlo, hasta que me quedaba dormida. Si cierro mis ojos aún puedo oler su aroma. Esa combinación entre ese fuerte perfume masculino y el intenso aroma del vodka. Pero en un segundo en imagen cambia a la ultima vez que lo vi. Veo sus penetrantes ojos oscuros mirándome.