Galadriel
Estoy en la cocina, ayudando a Ruby quien está preparando un pastel para mañana que es el cumpleaños de Aiden.
- Tendré que volver a la tienda. - dice Ruby. - He calculado mal la cantidad de crema batida, no me va a alcanzar para decorarla.
- ¿Quieres que yo vaya? - le pregunto.
- No, no te hagas problema. Yo iré.
- Tengo prohibido salir, ¿no?
- El Sr Marshall no quieren que salgan solos, al menos no hasta que sea seguro. - dice apenada.
- O no confía en mi, lo que sería razonable.
- No es eso, es solo que Kian es alguien con mucho poder y eso siempre trae consecuencias.
- ¿Nunca has temido de trabajar para él? - pregunto.
- No. - dice segura. - Sabes, muchas veces hay cosas que sobrepesan más que otras. - dice. - Ya vengo.
Sale de la cocina, dejándome sola.
Pasan varios minutos, cuando oigo que suena el teléfono de la casa.
No debería atender...
Deja de sonar, pero a los minutos vuelve a sonar con insistencia.
Podría ser una emergencia...
Voy hacia donde está el teléfono con rapidez, no quiero que cuelguen. Atiendo.
- Residencia Marshall. - digo. - No, él no se encuentra.... Ella salió a hacer un recado.... ¿En qué lo puedo ayudar?.... Ah, ya veo.... Si, si.... Gracias. - corto la llamada.
Quedo pensativa unos segundos.
Tú puedes Galadriel. - me digo a mi misma. - Te han entrenado. Recuerda lo que Marlon te enseño.
Solo por precaución....
Voy hacia uno de los cajones y saco un cuchillo de untar, que lo engancho en el jean, en la parte de adentro.
Salgo de la casa y me encamino.
Todo el recorrido voy un tanto nerviosa, por no decir alterada. Trato de calmarme a mi misma pensando que no volverá a suceder. No puedo evitar cada tanto girar mi cabeza y mirar detrás, para ver si noto algo inusual.
El Sr Marshall se encargó de ellos.... - pienso. Me luego me viene a la memoria el recuerdo del él, en su oficina. Puedo recordar el momento en el que apretó el gatillo. Como le salpico el rostro. Por suerte el arma tenía de esos silenciadores.
Suspiro. Basta, ya no pienses eso.
Cuando llego, me dirijo adentro. Empiezo a mirar a mi alrededor, para ver si distingo para donde ir, cuando lo veo sentado en una banca. Cuando me ve su rostro refleja sorpresa. Me aceró a él.
- ¿Qué haces aquí? - me pregunta serio.
- Vine por ti. - digo.
- ¿Por qué tú?
- Pues, era yo o te tocaba quedarte aquí por más tiempo hasta que volviera Ruby. - digo.
Se abre la puerta que tengo al lado y se asoma una mujer.
- ¿Viene por Aiden? - me pregunta.
- Buenos días. - digo. - Si, yo soy Anna, quien atendió la llamada.
- Pase a la oficina, necesito que firme que lo retiro. - me dice con un semblante de pocos amigos. - Ven tú también Aiden.
Él suspira. Ambos entramos a la oficina y nos sentamos en las sillas que están frente al escritorio, donde la mujer se sentó del otro lado. Me extiende una hojas.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...