Capítulo 79

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Kian

Luego de unos días, Hardy logro hablar con ella y convencerla y ir a pasar unos días a la casa de campo. Creo que es quien ha logrado sacar más conversación con ella. Ya que en todos estos días aún no ha querido ver a nadie, ni hablar con nadie. Apenas si come lo que le dejamos en una bandeja fuera de su puerta.  

Por lo que, cuando apenas accedió, armamos los bolsos y nos encaminamos hacía allí. Éramos ella, Hardy, Jude, cachorrito y yo. 

Una hora de viaje después, estaciono en la entrada, al llegar a la casa. 

- ¿Puedo bajar? - dice Jude ansioso. 

- No, vinimos para quedarnos dentro del auto. - digo. 

- No seas tan malo. - me regaña Hardy, quien está sentado a mi lado. Gira su cabeza para mirar a Jude. - Anda, baja. 

Jude sonríe ampliamente, abre la puerta del auto y baja de este. Comienza a correr por todo el pasto. 

Hardy ríe. - Parece un potrillo liberado. 

- ¿Tú también quieres correr palomas, cachorrito? - le digo. 

- Ja ja. - dice con sarcasmo y también se baja. 

Con Hardy salimos del auto. Observo a Jude con una amplia sonrisa, mientras Rocco lo persigue por el amplio lugar. 

Hardy pasa su brazo por encima de mis hombros. 

- Amado mío, que buenos que trajimos a los niños a pasar el fin de semana aquí. - dice imitando ese tono "elegante" con el que acostumbran hablar sus padres. Le doy un manotazo contra su estomago, mientras trato de reprimir una sonrisa. - Cabrón, ahora por esto tú cocinaras primero. 

- No es como si pretendía que tú cocinaras. - digo. - ¿Cuándo lo has hecho en tú vida?

- Podría intentar. 

- ¿Y matarnos en ese intento? - digo. Me doy la media vuelta y observo la casa. Me trae tantos recuerdos. De niños solíamos pasar unas semanas aquí durante las vacaciones de verano. - A todo esto, ¿Le has pedido permiso a tus padres?

- Kian, soy un hombre de 35 años, no necesito pedirle permiso a mis padres. Además, ni la usan. 

- Sabes, siempre me pareció muy siniestra. 

- Lo sé, a mi también. - dice. - Tendrá que ver con que a Renn le fascinaba atormentarnos con sus historias de fantasmas. 

- Sigo creyendo que en está casa hay fantasmas.

- Yo igual...

Dirijo mis vista al auto y veo que Galadriel sigue adentro. Suspiro y me acerco a ella. Golpeo levemente la ventanilla, aún así se sobresalta. 

- Lo lamento. - me disculpo. - ¿No quieres bajar? Está muy lindo el día, para estar al sol... si es que quieres estarlo... o para estar en... en la sombra...

Se queda observándome en silencio, por unos segundos. Asiente y baja del auto. Jude y Rocco vuelven con nosotros. 

- Nunca había estado en una casa tan grande. - dice Rocco, observando el frente maravillado. 

- ¿Por qué no entran y eligen las habitación que más les guste? - dice Hardy. - Tienen varias en el catalogo. - Los dos corren adentro. - Iré a bajar las cosas del maletero.  

Quedo junto a ella, quien tiene su vista en el paisaje. 

- Te recomiendo que entres y trates de ganarte una con vista a la parte delantera. - digo. 

No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora