Kian
Luego de unos días, Hardy logro hablar con ella y convencerla y ir a pasar unos días a la casa de campo. Creo que es quien ha logrado sacar más conversación con ella. Ya que en todos estos días aún no ha querido ver a nadie, ni hablar con nadie. Apenas si come lo que le dejamos en una bandeja fuera de su puerta.
Por lo que, cuando apenas accedió, armamos los bolsos y nos encaminamos hacía allí. Éramos ella, Hardy, Jude, cachorrito y yo.
Una hora de viaje después, estaciono en la entrada, al llegar a la casa.
- ¿Puedo bajar? - dice Jude ansioso.
- No, vinimos para quedarnos dentro del auto. - digo.
- No seas tan malo. - me regaña Hardy, quien está sentado a mi lado. Gira su cabeza para mirar a Jude. - Anda, baja.
Jude sonríe ampliamente, abre la puerta del auto y baja de este. Comienza a correr por todo el pasto.
Hardy ríe. - Parece un potrillo liberado.
- ¿Tú también quieres correr palomas, cachorrito? - le digo.
- Ja ja. - dice con sarcasmo y también se baja.
Con Hardy salimos del auto. Observo a Jude con una amplia sonrisa, mientras Rocco lo persigue por el amplio lugar.
Hardy pasa su brazo por encima de mis hombros.
- Amado mío, que buenos que trajimos a los niños a pasar el fin de semana aquí. - dice imitando ese tono "elegante" con el que acostumbran hablar sus padres. Le doy un manotazo contra su estomago, mientras trato de reprimir una sonrisa. - Cabrón, ahora por esto tú cocinaras primero.
- No es como si pretendía que tú cocinaras. - digo. - ¿Cuándo lo has hecho en tú vida?
- Podría intentar.
- ¿Y matarnos en ese intento? - digo. Me doy la media vuelta y observo la casa. Me trae tantos recuerdos. De niños solíamos pasar unas semanas aquí durante las vacaciones de verano. - A todo esto, ¿Le has pedido permiso a tus padres?
- Kian, soy un hombre de 35 años, no necesito pedirle permiso a mis padres. Además, ni la usan.
- Sabes, siempre me pareció muy siniestra.
- Lo sé, a mi también. - dice. - Tendrá que ver con que a Renn le fascinaba atormentarnos con sus historias de fantasmas.
- Sigo creyendo que en está casa hay fantasmas.
- Yo igual...
Dirijo mis vista al auto y veo que Galadriel sigue adentro. Suspiro y me acerco a ella. Golpeo levemente la ventanilla, aún así se sobresalta.
- Lo lamento. - me disculpo. - ¿No quieres bajar? Está muy lindo el día, para estar al sol... si es que quieres estarlo... o para estar en... en la sombra...
Se queda observándome en silencio, por unos segundos. Asiente y baja del auto. Jude y Rocco vuelven con nosotros.
- Nunca había estado en una casa tan grande. - dice Rocco, observando el frente maravillado.
- ¿Por qué no entran y eligen las habitación que más les guste? - dice Hardy. - Tienen varias en el catalogo. - Los dos corren adentro. - Iré a bajar las cosas del maletero.
Quedo junto a ella, quien tiene su vista en el paisaje.
- Te recomiendo que entres y trates de ganarte una con vista a la parte delantera. - digo.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...