Galadriel
Siento miedo al tenerlo enfrente mío, con un arma en su mano, mientras de su hombro no deja de sangrar sobre su camisa blanca.
- Andrey... - digo llorosa.
- Te lo hubiera dado todo, Galadriel. - dice mientras se acerca con pasos lentos. - ¿Entiendes eso? ¡Todo!
- No hagas esto. - las lágrimas no dejan de caer por mis mejillas. - ¡Te amo!
Se frena en seco y me observa. Ahora soy yo quien me acerco a él. Nos miramos fijo a los ojos, acerco mi mano a la suya en la que tiene el arma. En un acto reflejo intenta hacerla hacia atrás, pero yo también tironeo de está. En el forcejeo consigo tomarla. Le apunto con está, mientras me alejo de él. Mis manos se encuentran temblorosas y tengo mi vista nublada, por las lágrimas que no dejan de salir.
- Hazlo, dispara. - me dice con su voz suave. - Tendrás que hacerlo, ojos bonitos, porque me acercare y te quitare el arma. No me hagas tener que dispararte yo. - él se va acercándome a mi, lentamente. Yo sigo con el arma, apuntándole. Se acerca tanto que su pecho choca con la punta. Mis ojos están llenos de lágrimas.
- Andrey... - digo con voz quebrada.
- Hazlo. Tú puedes hacerlo. - dice. Nos quedamos mirando a los ojos, sus ojos oscuros que reflejan tristeza, pero a la vez me miran con aprobación y algo de suplica. Presiono el gatillo, haciendo que retumbe el ruido. Siento como mi corazón se encoje. Su rostro refleja apenas dolor, aún sigue en píe, con sus manos en mis hombros. - Dilo... una... ultima vez.
- Te amo. - digo llorosa. Él me mira con una sonrisa y cae al suelo.
********
Al abrir mis ojos, veo que sigo dormida en la cama con Jude. Él sigue aferrado a mi, no me soltó en todo la noche, es como si temiera que fuera a desaparecer. Aunque ya una vez lo hice...
No puedo explicar lo que sentí cuando lo vi caer de ese árbol. Por más que me inundo un miedo terrible, se sintió bien de alguna manera volver a tener un sentimiento en mi cuerpo. Me sentía tan vacía, nada me generaba ninguna emoción, de ningún tipo. Y en esos cinco minutos, pase del miedo, al alivio, y luego al enternecimiento al ver a Kian cargar a Jude, y al pequeño estar tan a gusto. Siempre me enterneció verlos juntos.
Me quedo observándolo, mientras duerme tan pacíficamente. Esa piel tan blanca, que contrasta con lo oscuro de su cabello y esas pestañas negras tan largas. Aún más cuando duerme, es que se le parece más a Kian.
Jude tiene una leve sonrisa en su rostro. Me pregunto que estará soñando, quisiera poder estar ahí con él. Estira sus brazos y a los segundos abre sus ojos, se los frota con la yema de sus dedos.
- Buenos días... - digo en un leve susurro.
Me observa y se le forma una sonrisa. - No te fuiste.
- Te prometí ayer que no lo haría. - digo. - Ya una vez rompí esa promesa... No sabes cuanto lo siento.
Se queda observándome en silencio. - Lo importante es que volviste.
- Si...
Nunca termino de sorprenderme con este niño. A veces me pregunto si en verdad lo sea. Una parte de mi cree que el verdadero Kian Marshall está dentro del cuero de Jude.
- Hoy comeremos pastel. - dice sentándose animado.
- ¿Por qué lo dices? - le pregunto extrañada.
- Es el cumpleaños de Kian. Y Hardy nunca lo deja pasar sin traer un pastel.
Hoy es su cumpleaños...
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...