Luego de la fiesta, volvemos al pent-house.
Aún siento esa agitación y adrenalina en mi interior. Él siempre consigue que me sienta así. Aún tengo en mi cabeza su mirada incrustada. Esos ojos que me observaban con dolor.
- ¿Te encuentras bien, ojos bonitos? - me pregunta Andrey, trayéndome a la realidad.
Lo observo. - Si, ¿Por qué no habría de estarlo? - digo con una sonrisa fingida.
- Desde que salimos no has dicho una palabra.
- Si, creo que el champagne no me cayo muy bien.
- Te buscare algo para tomar.
- No. Solo quiero sacarme está ropa e irme a dormir. ¿Te molesta?
- Para nada. Tengo cosas que hacer en la biblioteca. En un rato te acompaño.
Le dedico una leve sonrisa y me dirijo a subir las escaleras. La verdad que lo que necesito ahora mismo es estar sola. Y estoy segura que él también lo noto.
Entro a la habitación. Tiro sobre la cama la cartera. Me quito los tacones altos, desprendo las gargantilla y la dejo sobre la mesa de noche. Bajo el cierre del vestido y este cae al suelo. Me pongo el vestido corto de dormir y me suelto el cabello.
Me siento en un borde de la cama.
Otra vez volvió está sensación de que me arrancaron una parte de mi. Como quisiera enterrar todo esto, dejar de sentirme de esta forma. Cuando creí que lo tenia superado, ahí vuelve a aparecer. Volviéndome otra vez una niña tonta.
¿Qué fui para ti, Kian Marshall? - es la pregunta que está siempre en mi mente.
"No puedo soportar el perderte" - fue lo que me dijo.
Pero aún así, ya me perdió...
Y yo lo perdí a él. Aunque, ¿Alguna vez lo tuve?
Distingo algo que llama mi atención, una punta blanca de papel que sobresale de mi pequeña cartera. Extrañada, tiro de está y veo que es un sobre bastante doblado. Lo tomo bien entre mis manos y lo abro. Me sorprendo aún más cuando veo que es una carta. Y distingo su caligrafía. Esa caligrafía apresurada, pero a la vez tan perfecta.
"Mi Arwen. Si está leyendo esto es porque sigo siendo un idiota que no sabe como expresar todo lo que siente en voz alta. A que la debo haber cagado aún más. Por lo que está es mi ultima oportunidad de remediarlo. Remediarlo. Eso es lo que intento hacer desde que me di cuenta que fui un idiota al haberte dejado ir. Lo siento que me haya tomado tanto tiempo. Pero, es que en realidad no sabía como actuar, que decir, porque todo esto es nuevo para mi. Nunca me sentí de la forma en la que me sentía como cuando estábamos juntos. Nunca. Con nadie. Voy a hacer honesto. Me siento tan idiota al estar escribiendo esto, como si fuera una especie de adolescente puberto. Me di cuenta de lo jodido que estaba cuando comencé a mandarte notas por debajo de tu puerta. En fin. Hardy me dijo que hablara con el corazón, y es lo que voy a intentar...
Quiero que sepas, que cuando te lastime no entendía lo que estaba haciendo, creí que estar protegiéndote. De mi, de todo lo que provoco en las personas a las que quiero. Pero, sobre todo creo que una parte de mi aún no podía entenderlo, de que tú pudieras sentir algo por mi. No deje que amaras. Lo siento tanto por el dolor que te cause y sé que no puedo cambiarlo, pero quiero compensártelo. Incluso si me toma el resto de mi vida, porque no quiero vivir sin ti... y no se si pueda. Voy a hacer todo lo que este en mi poder para demostrarlo, como no hice en su momento.
Todo a mi alrededor me hace extrañarte. No hay un puto segundo en el que logre quitarte de mi mente. Te extraño. Extraño tu voz, tú sonrisa, oírte reír, verte molesta. Extraño que me digas Sr Marshall, extraño verte por las mañanas, desayunando. A cualquier lado que voy, apareces en mis pensamientos.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...