Capítulo 43

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Galadriel

Sigo creyendo que todo es un sueño y que en cualquier momento voy a despertar. Y eso me asusta. 

Con Hans, mi exnovio, nos solíamos dar uno que otro beso, él era más insistente, pero a mi siempre me genero cierto rechazo. Si, era guapo, amable y meloso, pero aún así besarlo me daba la sensación de que besaba un pesado, hasta ese olor tenía. Aunque, en el pueblo, todos olían a pescado. Pero con Kian es diferente. Ese primer beso sentí como se me erizaba los pelos de los brazos, el cosquilleo en el mi estomago. Al fin sentí ese cosquilleo del que siempre hablan. Como me miraba, con esos ojos como hielo. Creí que quedaría como un bonito sueño, como un momento en el que fui feliz por unos minutos, un recuerdo al que aferrarme. Y cuando oí mi puerta y era el otro lado, sentí como si mi corazón hubiera dado un brinco. Dijo que quería besarme a mi... ¡a mi!. Aún puedo oír su voz en mi cabeza diciendo "Kian y Galadriel". No termino de acostumbrarme a oírlo decir mi nombre. La forma en la que lo dice... ay. 

- ¡Gali! - dice una voz trayéndome a la realidad. 

Miro a mi costado, hacia abajo y veo a Jude mirarme con esos amplios ojos celestes. 

- Lo siento, ¿Qué decías? - le pregunto. 

- Que llevas con las manos en la tapa del tupper del almuerzo desde hace 10 minutos. - me dice. 

Miro mis manos, y efectivamente las tenia ahí. Ni recuerdo estar preparando su almuerzo. 

- Lo siento. - vuelvo a decir. - Estaba...

- ¿En otra realidad? - dice Aiden, sentado en una de las sillas del desayunador de la cocina. 

- Si... - digo. - Algo así... - le doy a Jude su tupper. - Aquí tienes el almuerzo. - agarro el otro y me acerco hacía Aiden. - Y aquí el tuyo. 

- Gracias. - dicen los dos hermanos a dúo. 

- Vamos o llegaremos tarde. - digo. 

Los dos juntan sus mochilas y salen de la cocina hacía la entrada. Cuando estoy por salir de la cocina, él viene entrado. Ambos nos detenemos y nos quedamos observándonos. 

- Hola. - dice él. 

- Hola. - digo. 

- Eh... - comienza a decir. 

- Le hice el almuerzo. - digo extendiéndole el tapper que tengo en mis manos. 

Él lo observa con sorpresa y lo agarra. 

- Gracias... - dice. 

- No sea como Jude y coma los vegetales. - digo. 

¿¡QUÉ!? ¿¡QUE DIABLOS SUCEDE CONMIGO!? ¿¡QUE SE COMA LOS VEGETALES!? 

Lanza una risa. - Está bien. - dice. - No quiero que luego me regañes. Ya demasiado tengo con Ruby.

Sonrío. 

- ¡OYE! - oigo la voz de Aiden en la entrada. - ¡Qué llegaremos tarde! 

- Tengo que irme. - digo. - Que tenga un buen día. 

- Igual tú. - dice. 

Le dedico una ultima sonrisa y sigo mi camino. 

Subimos al auto  y Clayton conduce hacía la escuela. 

Mi corazón sigue latiendo con fuerza, como cada vez que lo tengo a él tan cerca. Y cada vez que lo tengo enfrente no puedo evitar penar para mis adentros lo mucho que desearía que me rodee con sus brazos fuertes, o lo mucho que me gustaría esconder mis rostro en pecho, mientras inhalo su aroma y él me acaricia mi cabello. Como esa noche... 

No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora