Al llegar a la casa.
Me bajo rápidamente del auto y entro.
- ¡Jude! - grito firme. - ¡Jude!
Ruby se acerca a mi casi corriendo.
- Kian, ¿Qué sucede? - me pregunta preocupada.
- ¿Dónde diablos está Jude? - pregunto molesto.
- Galadriel lo dejo en la pizzería hace un rato. - dice.
- ¿Dónde está ella? - pregunto.
- Ayudándome en la cocina. - dice perpleja.
Me dirijo hacia la cocina y la veo parada de espalda, cortando verduras. Camino hacia ella, la tomo con fuerza del brazo y la hago girar para que me mire. Ella me mira con sorpresa y luego con miedo.
- ¿¡Dónde está Jude!? - digo.
- Yo... yo...
- ¡Deja de tartamudear y dime!
- Lo... lo deje en la pizzería, quedo sentado en una silla.
- ¿¡No lo volviste a traer aquí!?
- No, no señor. - dice temerosa.
- ¡Carajo! - grito molesto. Doy un golpe en las alacenas que tengo enfrente y vuelvo a la entrada.
Agarro mi celular y le marco a Hayes.
- Acá en el perímetro no está. - me dice él al otro lado de la linea.
- En la casa no está. - digo. - Que alguien vaya a la escuela y lo busque ahí, los demás que lo busquen en los shoppings, plazas y jugueterías que queden por la zona.
- Ya mismo. - dice Hayes.
- ¡QUÉ TODOS ESTÉN BUSCANDO A JUDE! - digo y corto la llamada.
Miro a Ruby. - Sube y habla con Aiden, ve si sabe algo, de donde puede estar. - le digo.
Ella asiente y sube rápidamente por las escaleras.
Veo que la chica está parada detrás, su rostro refleja preocupación.
- ¿¡Qué diablos quieres!? - digo molesto.
- Creo... creo que se donde puede estar. - dice.
- ¿¡Dónde!?
- De camino no dejaba de hablar de ese parque de diversiones que menciono está mañana. - dice. - Dijo que quedaba cerca de donde usted trabaja.
- Mierda, ese niño. - digo molesto. Me doy la vuelta para salir a buscarlo, cuando me detengo al oír su pregunta.
- ¿Puedo ir con usted? - pregunta hablando con ese tono tan suave.
La miro.
Pensé que su mirada reflejaba temor por mi, o que le preocupaba el hecho de que pudiera hacerle algo, pero en realidad es preocupación por Jude.
- Por favor. - dice ella, sacándome de mis pasamientos. - Solo quiero ayudarlo a encontrarlo.
- Andando. - digo.
Los dos nos subimos al auto. Yo voy conduciendo, mientras ella va sentada en el asiento del copiloto.
- ¿Por qué diablos quería tanto venir al parque de diversiones? - digo molesto, rompiendo el silencio. Ella no dice nada. Suspiro. - Puedes responder.
- Es... es solo un niño. - dice con ese tono de voz dulce y suave que es tan característico de ella. - ¿Acaso usted de niño no quiso algo con todas sus ganas?
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...