Galadriel
Abro los ojos cuando suena el despertador de la mesa de noche. Lo apago y me levanto.
Cuando salgo del baño, me visto y bajo.
Me sorprendo cuando al entrar a la cocina, está esta vacía.
- Buen día Ruby. - digo.
- Buenos días Galadriel. - me dice ella mientras lava los utencillos.
- ¿Los chicos aún no se han levantado? - digo. - Llegaran tarde a su primer día. - me doy la vuelta para ir por ellos.
- Ya se han ido. - me dice, haciendo que me detenga y me de la vuelta.
- ¿¡Ya se han ido!? - digo con sorpresa.
- Si, se fueron con el Sr Marshall hace unos 10 minutos. - dice. - Tenían que ir antes y quiso acompañarlos.
- Vaya,,, - no puedo evitar decir.
- Por cierto, me ha dicho que quieres que vayas al asilo.
- ¿Al asilo? ¿No a la pizzería? - digo con sorpresa.
- No, ha dicho al asilo. - dice con una sonrisa. - Algo has hecho. - sigue diciendo picara. - El asilo es lo más sagrado para él.
- Que va... - digo aún sorprendida.
- ¿Cómo estuvo la boda?
- Fue... fue como un cuento de hadas. - digo. - Olivia estaba hermosa, con ese vestido blanco tan bonito. Y todos los invitados estaban tan... elegantes.
- Olivia siempre fue la princesa de sus padres. - dice Ruby. - De niña era la hija mimada, aún así era una niña encantadora y traía a Kian de las narices.
- Como ahora... - no puedo evitar decir.
- Si... - dice. - Siempre creí que esos dos se casarían. Cuando pequeños jugaban todo el tiempo a eso y Kian ni de pequeño era de esos a los que podías obligar a hacer algo.
No puedo evitar pensar en la noche de la boda. Cuando estaba saliendo del baño lo vi hablar, es por eso que para evitarlos salí al jardín por la otra puerta que estaba más alejada. No quería interrumpir ese momento. La forma en la que él la miraba. Esa mirada que todos quisiéramos recibir al menos una vez.
- ¿Te dijo a que hora quería que fuera? - pregunto cambiando de tema.
- Hay un auto esperándote afuera.
- Será mejor que vaya entonces. - digo. - Gracias Ruby.
- Ten un buen día Galadriel. - dice.
- Igual tú. - digo mientras salgo de la cocina.
Luego de que me subo al auto, este arranca y a los minutos me deja en la parte trasera de la pizzería, que da directamente a la entrada del asilo. Entro y bajo las escaleras que dan a la parte subterránea donde está.
Cuando, me agarran los brazos desde atrás y me los llevan a la espalda, comienzo a forcejear pero no puedo zafarme. Estaba por gritar, pero una mano me cubre la boca, lo que me impide largar un grito. La persona hace un movimiento y consigue levantarme apenas del suelo, por lo que comienza a llevarme. Entramos a la pecera donde tienen las cosas de entrenamiento y me tira con suavidad contra el suelo de colchonetas. Miro hacia atrás para ver a mi agresor.
- ¿Alessio? - digo con sorpresa.
- No fue mi idea. - dice este.
Mientras sigo tirada boca abajo sobre la colchoneta siento como un par de pies de detienen frente a mi cara, vuelvo la vista adelante y veo unos borcegos negros. Levanto la cabeza y veo a Marlon mirándome un tanto molesta.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...