Kian
Estamos en la sala común con Hayes, Eric, Marlon y Rocco.
- Cachorrito, afuera, que está es conversación de adultos. - digo.
- Pero... - comienza a decir, lo miro. - Está bien. - se para y sale.
- Cuando digo que las cosas quedan aquí, no me refiero a eso tan literalmente. - digo. - ¿Acaso no hemos probado ya que las relaciones aquí dentro no funcionan?
- Si buscan algo casual, busquen en el club. - dice Hayes. - Ahí hay variedad.
- No es algo casual, cerebro de maní. - dice Marlon. - Amo a este ñoño.
- Yo estoy enamorado de ella. - dice Eric.
- Que diablos. - dice Hayes sorprendido.
- Escuchen... - comienzo a decir.
- No se interpondrá con nuestro trabajo. - me interrumpe Marlon.
- Las cosas no funcionan así. - digo serio.
- Eres el rey de la ciudad Kian. Y puedes controlar casi todo, y digo casi porque no puedes controlar los sentimientos. Ni los tuyos, ni los de otras personas. - dice ella. - O aceptas lo nuestro o...
- ¿O que? - digo.
- O nos largamos de aquí. - dice Eric, haciendo que lo mire con sorpresa.
- ¿Desde hace cuanto que ustedes...? - pregunta Hayes.
- Algunos meses. - responde ella.
- Esto si que ha sido inesperado... - dice Hayes.
- Las mejores cosas de la vida suceden de repente y sin que uno lo planee. - dice Marlon, mirándome fijamente. - Nos casamos ayer en el ayuntamiento.
- ¿¡QUÉ!? - decimos a dúo con sorpresa.
- ¿¡Y no nos han invitado!? - dice Hayes molesto.
- Solo éramos nosotros, con Hardy y Olivia que eran nuestros testigos. - dice Eric.
- ¿¡QUÉ!? - exclama Hayes con más fastidio. - Eric, te conozco desde los ocho años, no puedo creer que no me hayas dicho. ¡O que no haya sido tú padrino!
- Te hubieras opuesto. - responde Eric.
- ¡Porque estoy en contra de todas las relaciones! - dice. - Pero lo hubiera hecho por ti.
Suspiro. - Suficiente. - digo. Miro a Eric y Marlon. - No me gusta que hagan las cosas así. A escondidas y en secreto. Se supone que somos un grupo.
- ¿Aún lo somos? - pregunta Eric. - No has hecho más que actuar como un imbécil.
- ¿Por que todos siguen diciendo eso? ¡Solo volví a ser yo!
- ¡Claro que no! - dicen a dúo.
Marlon mira a Hayes. - Tú piensas igual, no seas un maldito cobarde y habla.
Ahora soy yo quien lo mira. Suspira.
- Has estado un poco más cabrón que lo usual. - dice. - No me malinterpretes, me fascina, pero me da cierto escalofrió.
- Siendo blando no se llega a ningún lado.
- Solía creer lo mismo... - dice Marlon, sus ojos están algo humedecidos. - Pero ya he pasado por mucho, merezco ser feliz. Y tú también. Me canse de siempre estar tan molesta, de ser tan "dura", de apartar a todos. Puedes tener el balance.
- ¿Por qué nos hemos puestos tan sentimentales? - dice Hayes.
Suspiro. - Lo mismo me pregunto yo. - digo.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...