Kian
Termino de contarle a la chica la historia.
Ella está enfrente mío sentada en una de las sillas. Pareciera que está en shock y que aún está tratando de procesar todo. Levanta la vista y me mira, pero no con esa pena que te miran todos, ni siquiera con miedo, es una mirada extrañada que no logro terminar de entender bien.
Está como conmocionada.
Le extiendo la botella con whisky. La mira con sorpresa, pero la agarra y le da un largo trago. Ahora soy el que la mira con sorpresa.
- Mi padre me daba a escondidas de a sorbos. - dice. - Mi primera borrachera fue en mi casa, vaciándome la botella.
- Que va... - digo. - Si eres más dura de lo que creí.
- En realidad no... - dice apenada. - Le tengo miedo a todo... - quedamos en silencio unos segundos, ella me extiende la botella y yo la agarro. - ¿Y como siguió, después de eso?
- Pues.... Fue idea de Hayes, decirles que era su hermano. - sigo diciendo. - Ahora que lo pienso, no se porque diablos lo hice, pero en ese momento era inexperto y me pareció una buena idea... y seguía bastante... sorprendido. Fue mucho que procesar. Los acogí, cuando nadie más quiso hacerlo. Tengo una deuda de por vida con esos chicos. Les quite a sus padres. Renn siempre quiso alejarse de esa vida y de todo lo que eso significaba. Lo consiguió... tenia una esposa, hijos, un trabajo en el que él haría la diferencia. Y en un segundo en el que yo aparecí en sus vidas, lo perdió todo, incluso su vida. Lo hicieron pasar como si era un policía corrupto que estaba relacionado con traficantes y eso era un ajuste. Me vengue, como te imaginaras. No quedo nadie de ese clan, queme todo a mi paso. Y ahí comenzó mi asenso. Nadie quiso enfrentarme. ¿Quién se enfrenta a alguien que quemo vivo a todo un clan el solo? Sabes, aún puedo oír sus gritos. Sentí mucha paz. Por eso siempre disparo a todos en la frente, así como ellos, no les doy una mínima posibilidad de salvarse. Me quitaron más de lo que creí que tenia...
- ¿Es... es por eso que los alejas tanto? - me pregunta.
- Su padre no quería esa vida para él, aún menos lo querría para sus hijos. - digo. - Además, no dejaré que los usen como un arma en contra mía. Ellos están más seguros lejos de mi y sin tener relación conmigo. No soy un modelo para ellos. - le doy un sorbo a la botella. - Siempre me arrepiento de haber salido con el estúpido perro. Si no me hubiera ido...
- Solo eras un niño de 10 años. - dice. - ¿Qué podrías haber hecho? Haber muerto también.
- Puede que sea así, pero Renn estaría con vida de ser así. - digo. - Y esos niños tendrían una familia. De alguna forma siento que yo fui quien mato a mi familia...
Ella se queda en silencio, mirándome pensativa.
Creí que diría una de esa frases motivadoras, a lo Disney, de que no era mi culpa y todo eso, pero ni ahí imagine que diría lo que estaba por decir...
- Si lo hace sentir mejor, yo maté a la mía. - dice.
Quedo analizando lo que acabo de oír.
- Disculpa, ¿que? - digo. Seguro que oí mal. - El alcohol ya me está haciendo efecto por demás y te entendí cualquier cosa.
- Yo maté a mi familia. - dice con tristeza.
- Ok... - digo en sin poder evitar la sorpresa.
La miro, esperando a que empiece a decir a que se refiere específicamente, para ver si tengo que preocuparme o no. Muchas veces los más callados o los que uno menos se lo espera, son los que terminan asfixiándote con una almohada.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...