No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)

Capítulo 41

Kian

Hoy es la estúpida fiesta. Todavía no puedo creer que haya aceptado ir.

Otra cosa que es estúpido son los disfraces que nos consiguió Hardy a cada uno. Ultima vez que lo dejo a cargo de algo. 

- Te odio. - le digo luego de terminar de vestirme con mi disfraz. 

- Te ves genial. - dice Hardy. - ¿Quieres un chocolate? 

- ¿Quién se disfraza voluntariamente de Willy Wonka? - digo

- Yo. - responde. 

- Oye, subestime tú capacidad para elegir disfraces. - dice Marlon, poniéndose los lentes negros. - Me siento como una perra mala con este disfraz de Trinity. 

- Eres una perra mala. - decimos todos a coro. 

- El mío ha sido muy sutil . - dice Alessio con sarcasmo. - ¿Preso? ¿En serio? 

- No te quejes, es para que te acostumbres. - dice Hardy. - Es cuestión de tiempo.

- Ja ja ja. - dice Alessio con sarcasmo.

- Eric, tú estás muy sexy con ese disfraz de Neo. - dice Marlon. - Vamos a conjunto. - le guiña un ojo. 

Eric se pone rojo. Ambos van disfrazados de los protagonistas de Matrix. 

- No puedo creer que no me hayas traído un balón. - dice Hayes a Hardy. - ¿Qué clase de mariscal de campo soy si no llevo un balón de fútbol?

- Ahora pasamos por tú casa y buscas el tuyo. - dice Hardy. 

- ¿Podemos irnos? - digo con fastidio. - Comienzo a estar un poco harto ya. 

- Dividámonos en dos autos. - dice Hardy, me mira. - Ven conmigo y vamos para tú casa.

- ¿Para qué? - pregunto. - ¿Me dejaras quedarme? 

- Para ir por Galadriel. - dice.

- ¿También viene? - dice Hayes.

- ¿Por qué eres tan fastidioso con ella? - dice Hardy.

- Me trae mala espina. - responde.

- ¿Mala espina? Es adorable. - dice Marlon. - Y mira quien lo dice.

- Eres el único que está en contra de ella. - dice Hardy.

- Suficiente. - digo. - Les pido paz, ¿si?. No vamos a entrar en discusión por la chica.

- Vamos antes de que cambie de parecer y me vaya a mi casa. - dice Eric.

- Eric, tú y Kian en otra vida fueron almas gemelas. - dice Hardy.

- Ni un fin de semana me libro de todos ustedes. - digo yendo hacia la salida del asilo.

- ¡Eres el padre de está familia, Kian! - oigo a Hardy decir detrás de mi.

Con Hardy subimos a mi auto y los demás van en el de Hayes. Él va conduciendo, ya que yo no puedo con el estúpido disfraz de mierda. 

- Sabes, si tú primer instinto básico no fuera ser un malhumorado, disfrutarías más de la vida. - dice. 

- Que no pueda conducir no significa que no pueda matarte. - digo serio. 

- Te estoy hablando en serio. 

- ¿Y quién te dice que yo no? 

- Por dios Kian, vive un poco. 

- ¿Y que hay de ti? - digo molesto. - Te escondes de todos... de tus padres, de nosotros, de ti mismo.